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Domingo 09 DE DICIEMBRE DEL 2012

 

San JosŽ, Alajuela, PŽrez Zeled—n y San Carlos

Timadores pescaron la mitad de sus v’ctimas en 4 cantones

Entre el 2010 y junio del 2012 hubo 5.300 fraudes en el pa’s, segœn OIJ

2.700 personas, es decir, el 51% del total, cayeron en la trama de timadores

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David Delgado C.y Ronny Rojas david.delgado@nacion.com

12:00 a.m. 09/12/2012

JosŽ Francisco Medina es un guarda privado. Hace dos semanas recibi— una llamada en su casa desde un nœmero privado: un hombre lo felicitaba por haberse ganado un premio.

ƒl sab’a que se trataba de un timador, pero le sigui— la corriente por 10 minutos. El sujeto se identific— como Carlos Benavides, y se hizo pasar por empleado de una empresa telef—nica.

Entre enero del 2010 y junio del 2012, los timadores lanzaron sus redes y pescaron la mitad de sus v’ctimas en cuatro cantones del pa’s, donde reside el 20% de los habitantes.


Segœn una base de datos de delitos del Organismo de Investigaci—n Judicial (OIJ), analizada por La Naci—n, entre el 2010 y junio del 2012 hubo 5.316 fraudes en el pa’s.

De esa cifra, el 51% de estos fueron timos, el 39% estafas con tarjetas bancarias y el 10% estafas con cheques. En el caso de las 2.717 personas que cayeron en la trama de los timadores, la mitad fue v’ctima en San JosŽ (743), Alajuela (189), PŽrez Zeled—n (115) y San Carlos (113).

ÒEl sujeto me dijo que mi nombre hab’a salido favorecido entre 2.500 suscriptores que pagaban a tiempo sus recibos telef—nicos, que me hab’a ganado ¢2.400.000 en premios como computadoras, pantallas planas y —rdenes de compra en supermercados.


ÓMe dio los c—digos para retirar los premios, pero me dijo que ese d’a me los llevaban a la casa. A cambio, yo deb’a comprar cinco tarjetas prepago de ¢10.000 cada una, decirle a Žl los c—digos de recarga para introducirlos al sistema y luego el cami—n llegar’a hasta mi casaÓ, cont—.

JosŽ Francisco jam‡s le crey— al timador. ÒObviamente, ten’a palabras de convencimiento y casi me hizo creer que todo era real, pero como nadie regala ¢2.400.000, sospechŽ que la llamada proven’a de la c‡rcelÓ, dijo.

Al analizar el comportamiento de los timos en cada cant—n, y al tomar en cuenta la poblaci—n de cada lugar, se concluye que en San JosŽ hubo una tasa de 257,94 delitos por cada 100.000 habitantes.

Le siguen Montes de Oca, donde se presentaron 146,54 casos por cada 100.000 personas; Aguirre, 126,58; Liberia, 117,48; Esparza, 94,26; Ca–as, 87,78; Corredores, 86,06; PŽrez Zeled—n, 85,48; Heredia, 80,90; Cartago, 75,73, y Alajuela, 74,15.

Enga–os. ÒEl estafador, el timador, se vale de la inocencia, de la avaricia, de la codicia de nosotros como personas. Ellos perfilan al sujeto que van a ir a timar y, luego de que tienen un perfil, van y lo abordanÓ, explic— Gustavo Mata, jefe de Investigaciones Criminales del OIJ.

Los principales timos cometidos en el pa’s se produjeron al comprar un bien, cambiar un cheque, el llamado timo del tramitador, del oro, el prŽstamo fiduciario y del telŽfono celular.

Los distritos preferidos por los timadores son Catedral, Alajuela, San Sebasti‡n, San Isidro de El General, Hospital, Merced, Quesada, Liberia, Heredia, Carmen, San Pedro, San Ram—n, Desamparados, La Uruca y Guadalupe.

De hecho, el 27% de los timos ocurrieron en los 11 distritos de San JosŽ. El investigador Gustavo Mata asegura que los lugares m‡s atractivos para cometer fraudes son aquellos donde hay menos polic’as y mucha gente.

ÒEl problema es distraerse con gente que uno no conoce. No hay que ser tan ingenuo, nadie regala platas, billetes, oroÓ, dijo.