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EL PAęS

 

VIERNES 16 DE NOVIEMBRE DEL 2012

 

Entrevista

Fernando Cruz Castro: ÔYo no tengo que pedir perd—n ni dar explicacionesŐ

Fernando Cruz Castro, magistrado de la Sala IV

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Esteban A. Mata emata@nacion.com 12:00 a.m. 16/11/2012

Pocos minutos despuŽs de la votaci—n en el Congreso, el pronto exmagistrado Cruz contest— el telŽfono para atender a La Naci—n en una entrevista que se cort— varias veces porque deb’a atender a quienes le demostraban su cari–o luego de que los diputados lo hicieran pasar a la historia como el primer alto juez que no es reelecto. Cruz habl— de su trabajo, de su sorpresa de ayer y de su futuro. De seguido, un extracto de esa conversaci—n.

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Eran las 5:45 p.m. y Žl aśn no sab’a explicarse por quŽ el Congreso le dijo no.

El voto de 38 diputados le puso fin a la magistratura Fernando Cruz Castro, al negarle la reelecci—n como titular de la Sala Constitucional.

Cruz –de 63 a–os– se acoger‡ al retiro que no pidi—, tras 40 a–os ligado al Poder Judicial, donde pas— por todos los puestos desde agente de faltas de contravenciones en el Juzgado de Alajuela, fiscal general, juez y magistrado titular. Conocida la noticia, Cruz habl— con La Naci—n.

Don Fernando, Ŕc—mo toma la negativa del Congreso a su intento de reelecci—n?

El no del Congreso lo tomo como una circunstancia m‡s en mi vida profesional. Varias veces yo tratŽ de ser magistrado y no fui nombrado, ahora me corresponde terminar mi periodo de ocho a–os y me corresponde tener el raro privilegio de ser el primer magistrado de no ser reelecto por el Congreso.

ŔA quŽ achaca su no reelecci—n de parte de los diputados?

No tengo idea, lo que s’ sŽ es que hubo muchos votos disidentes de mi parte en cosas importantes, pero no creo que los votos disidentes vayan a ser... de todas maneras la Sala vota tantos asuntos, que uno no sabe quŽ votos pueden ser irritantes Ŕverdad?, uno no lo sabe y no sŽ la raz—n por la cual no fui reelecto, porque yo fui a la Comisi—n de Nombramientos y no hubo ninguna objeci—n. Me hicieron preguntas, yo contestŽ, y no se me dijo absolutamente nada. Algunas personas me han dicho que yo no me movilicŽ.

Que no hizo lobby.

Exacto. Pero perd—neme que le diga una cosa, yo creo que para una reelecci—n mis votos hablan por m’ y mi funci—n. Yo no tengo que pedir perd—n ni dar explicaciones. No me parece que para una reelecci—n en un puesto tan delicado como este, yo tuviera que ir fracci—n por fracci—n solicitando una venia, que no es la venia que requieren los jueces en un Estado de derecho.

ŔQuŽ se queda en su escritorio que sienta que deb’a conocer?

Nosotros (Sala IV) tenemos un a–o de estar tratando de votar la acci—n de inconstitucionalidad por el caso Crucitas y me llama la atenci—n que no se ha podido votar. En medio viene mi reelecci—n y yo no pude emitir un voto. Me llama la atenci—n eso, es un asunto que tiene un a–o, y ahora, con todo lo que ha pasado, resulta que no voy a poder.

ŔQuŽ va a hacer ahora?

Nada m‡s esperar que me notifiquen de la Asamblea y ver quŽ hago con tanta cosita que tengo aqu’ en mi oficina y esperar, porque, bueno, es una votaci—n hist—rica.

ŔSeguir‡ ligado a la Corte o se acoge a su pensi—n?

Ah no, yo ya tengo mi pensi—n declarada, pero, bueno, yo cre’ que todav’a ten’a algo que aportarle al pa’s, pero ser‡ en otras instancias y otros ‡mbitos.

ŔLa c‡tedra?

Posiblemente, y acelerar lo que pensaba hacer cuando me jubilara, pero, bueno, a veces la vida lo pone a uno frente a cambios que vienen sin esperarlos mucho.

Usted es el primer magistrado al que le rechazan su reelecci—n, ŔquŽ significa esto para usted?

Significa que as’ como en algunas ocasiones yo propuse mi nombre y no fui designado, hasta que finalmente en una elecci—n del 2004 fui designado, en esta ocasi—n, por una decisi—n de valoraci—n pol’tica, se estima que no es conveniente que me mantenga ah’. Lo tomo con objetividad y serenidad; esas son las reglas del juego. Aunque, claro, como siempre, la pol’tica tiene algo m‡s que reglas del juego jur’dicas, y los actos pol’ticos requieren legitimidad, pero ya esa valoraci—n de legitimidad corresponde a los medios de prensa y a la opini—n pśblica.

El jefe del PLN dijo que es una se–al del Congreso a la Corte porque no cumple con su deber.

Creo que eso se debe discutir cuando uno va a la Comisi—n de Nombramientos y le hacen las observaciones correspondientes, pero si en genŽrico se va a objetar a todos los magistrados por una cosa tan amplia, no me parece que sea lo m‡s adecuado. Yo no entiendo eso de las se–ales y que no importa quiŽn sea. Eso habr’a que discutirlo o plante‡rselo al candidato a magistrado cuando vaya. Creo que entonces soy el primero de una seguidilla que va a tener 38 votos en contra.