Martes
20 de noviembre de 2012
OPINION
Declaraci—n de la Uni—n Internacional de Magistrados y Jueces
¥Respecto a la no reelecci—n del magistrado Fernando Cruz Castro, integrante de la Sala Constitucional de Costa Rica.
Cristina Crespo Haro*
La Uni—n Internacional de Magistrados y Jueces reunida en la 55¡ Asamblea General Ordinara en Washington D.C., declara que la defensa de la independencia judicial debe ser material, efectiva y de modo permanente en la labor de los Jueces y Juezas de todos sus estamentos.
Que el art’culo 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Pol’ticos confirma que la Independencia Judicial es un Derecho Humano absoluto como garant’a del ciudadano y ciudadana que no puede ser objeto de excepci—n alguna.
Las injerencias de otros poderes del Estado en el Judicial son una clara violaci—n de esa independencia.
Los jueces y juezas no pueden ser perseguidos en raz—n de sus decisiones. A la Justicia por un lado le ha sido confiada la resoluci—n de conflictos y el control de la regularidad y constitucionalidad de los actos de gobierno.
Es el Judicial, el poder llamado a garantizar la paz social y el que recuerdo a los gobernantes el l’mite de sus actuaciones y la fu ente de sus poderes. No pueden jueces y juezas, magistrados y magistradas, resultar directa o indirectamente afectados por el ejercicio de sus potestades.
En raz—n de lo anterior manifestamos nuestro apoyo a la institucionalidad democr‡tica, al equilibrio de los Poderes del Estado y a la injerencia entre estos y por ello repudiamos la destituci—n del se–or Magistrado Fernando Cruz Castro, juez de carrera y miembro de ACOJUD, quien sin justificaci—n m‡s que de oportunidad pol’tica no fue reelecto en su cargo de Magistrado de la Sala Constitucional.
A su vez apoyamos tambiŽn las gestiones que realiza la Asociaci—n Costarricense de la Judicatura en procura de la defensa del Principio de la Independencia Judicial y del mantenimiento del Principio Democr‡tico.
*Magistrada,
presidenta del Grupo Iberoamericano
y Primera Vicepresidenta de la Uni—n Internacional de Magistrados y Jueces.
Los jueces y juezas no pueden ser perseguidos en raz—n de sus decisiones