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Lunes 15  DE OCTUBRE DEL 2012

 

 

Gracias a informaciones sobre especies, ciclo de vida y distribuci—n geogr‡fica

Moscas y escarabajos, aliados de la Polic’a para resolver cr’menes

Datos que ÔdanÕ insectos y larvas hallados en los cad‡veres, son clave

Estudios de INBio y OIJ orientan las pesquisas en el trabajo judicial

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Michelle Soto M. msoto@nacion.com 12:00 a.m. 15/10/2012

Identificaci—n y nœmero de especies; distribuci—n geogr‡fica y Žpoca del a–o; ciclo de vida: esta vez, la enumeraci—n no tiene fines de conservaci—n, sino que refleja las informaciones que requiere el Organismo de Investigaci—n Judicial (OIJ) para resolver homicidios, pesquisas que se efectœan empleando datos que ÒdanÓ los insectos y las larvas hallados en los cad‡veres.

ÒCuando una persona muere, ocurren cambios. Unas enzimas comienzan a funcionar y se inicia el proceso de descomposici—n. Eso libera aromas que las moscas perciben en minutos, y por esto son las primeras en llegarÓ, indic— Manuel Zumbado, entom—logo experto en el orden Diptera del Instituto Nacional de Biodiversidad (INBio).

ÒLos insectos que mejor funcionan en Ciencias Forenses son los que se desarrollan en el cuerpo porque all’ quedan las pieles de las diferentes mudas de los insectos. Los escarabajos y d’pteros (orden de insectos voladores) son los principalesÓ, agreg— Zumbado.

En ese sentido, conocer las especies y sus ciclos de vida es b‡sico, algo que John Vargas, entom—logo del Departamento de Ciencias Forenses del OIJ, sabe muy bien.

Testigos en miniatura. ÒLo primero fue aprender a identificarlos. Eso me llev— al INBioÓ, cont— Vargas.

El INBio trabaja en la colecci—n de insectos desde hace 23 a–os. ÒLa comenz— con recolectas realizadas en las ‡reas silvestres protegidas, y esto permiti— tener una muestra representativa de lo que hay en el pa’sÓ, relat— Zumbado.

El inventario tambiŽn detalla la distribuci—n temporal y geogr‡fica, as’ como la historia natural.

As’ fue como Vargas identific— las principales familias para la entomolog’a forense: Calliphoridae, Sarcophagidae y Muscidae en moscas, y Dermestidae, Staphylinidae y Silphidae en escarabajos. La Calliphoridae es la m‡s importante.

De 25 especies de Calliphoridae presentes en el pa’s, nueve constituyen la piedra angular con la que se resuelve la mayor’a de los casos.

ÒSolo nos falta un par de gŽneros de moscas que nos ha sido dif’cil de reproducir en laboratorio. Simplemente, los adultos no logran poner huevos debido al estrŽs y eso nos obliga a ir al campo a reproducirlosÓ, dijo Vargas.

Sin embargo, aœn existen problemas taxon—micos. ÒEn algunas especies hay dificultades. Por ejemplo, hay una especie que, se supone, est‡ en toda AmŽrica, pero no es as’, y se usan publicaciones donde la informaci—n est‡ err—nea. Cuando hicimos el Congreso Nacional de Diptera en el 2010, invitamos al experto Lee Goff y coordinamos con los participantes de los diferentes pa’ses para que trajeran muestras y as’ analizarlas con Žl. Pocos las trajeron y se perdi— la oportunidadÓ, dijo Zumbado.

Para Vargas, una forma de mitigar este problema es recurrir a la identificaci—n molecular. As’, bastar’a comparar el tipo genŽtico de la larva con el del adulto, que ya se conoce. Para ello, eso s’, se requerir’a el c—digo de barras genŽtico (barcoding) de todas las especies.

Aparte de esto, el entom—logo forense necesita conocer el ciclo de vida. En la mayor’a de los casos, lo que se encuentra en los cuerpos son larvas, por lo que se requiere saber su etapa de desarrollo.

Para ello se tienen unas tablas que muestran, segœn la especie, el ritmo de crecimiento. ÒAs’ sabemos que, para una longitud particular, quŽ edad tiene la mosca, y asociamos esto a un tiempo cercano de muerteÓ, dijo Vargas.

Si se conoce la distribuci—n geogr‡fica de las especies de moscas, se puede saber si un cad‡ver fue movido de lugar ya que cada tipo de insecto est‡ asociado a una zona por las condiciones ambientales que imperan en ese sitio.

ÒÀEn quŽ se basa la tŽcnica forense? Pues, si hallo un cad‡ver en la costa del Caribe, lo que espero es que los insectos que encuentre en Žl sean propios del Caribe. Si hallo uno que no es de all’, se debe a que ese cad‡ver fue llevado al lugarÓ, detall— Zumbado.

Sucesi—n ecol—gica. Una vez que las moscas colonizan el cuerpo, lo modifican. Esto, y la misma presencia de esos insectos, que sirven de alimento a otros, atrae una variedad de organismos, como escarabajos y hormigas.

ÒConforme el cuerpo se descompone, diferentes insectos llegan y se suceden hasta el punto de que, aunque el cuerpo estŽ reducido a huesos, todav’a se pueden observar algunosÓ, coment— Zumbado.

Ese proceso se conoce como Òsucesi—n ecol—gicaÓ, y su estudio es œtil para resolver casos en los que el cuerpo aparece cuatro meses despuŽs de la muerte.

La sucesi—n ecol—gica depende de las condiciones ambientales. La variaci—n en los patrones de temperatura y humedad, por el cambio clim‡tico, obstaculiza la labor de la entomolog’a forense.

ÒCada cierto tiempo habr‡ que hacer estudios de sucesi—n ecol—gica en cada una de las regiones para verificar que sean las mismas especies, o si el ciclo se produce m‡s r‡pidamente por los cambios de temperaturaÓ, destac— Zumbado.

ÒSe deber’a conocer el proceso para cada microclima, y cada estudio de estos toma entre cuatro y seis semanas de experimentaci—n. Si pudiŽramos contar con el apoyo de las universidades, ser’a de gran ayudaÓ, dijo Vargas.

Incluso, Žl sugiere elevar el nivel taxon—mico para facilitar el proceso; es decir, en vez de trabajar con especies, hacerlo con —rdenes o familias. ÒSe har’a un modelaje en computadora con la probabilidad de aparici—n de los diferentes taxones (organismos emparentados) en el tiempo, y se har’an matrices a partir de las zonas de vida de Holdridge. Eso no nos obligar’a a hacer un estudio para cada microclima, sino que se tomar’an los grandes bloquesÓ, manifest—.

A partir de los estudios de sucesi—n, ya se podr’an tener las curvas de crecimiento de otras especies, como los escarabajos.

ÒLa ventaja es que se cuenta con la colecci—n del INBio e incluso con ayuda de los expertosÓ, concluy— el entom—logo forense del OIJ.