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Sucesos

MIƒRCOLES 9 DE MAYO DEL 2012

Funcionario de comandancia en Heredia

Sala confirma despido de jefe policial por acoso sexual

Fallo se–ala que jefe se aprovech— de situaci—n vulnerable de mujer polic’a

Para magistrados, v’ctimas no deben declarar dos veces los hechos por acoso

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David Delgado C.david.delgado@nacion.com 12:00 a.m.09/05/2012

La Sala Segunda confirm— el despido de un jefe policial de Heredia, tras demostrarse que acos— sexualmente a una subalterna.

El funcionario, de apellido D’az (36 a–os), fue destituido el 9 de diciembre del 2009, pero, tras apelar la resoluci—n, el Juzgado de Trabajo de Heredia orden— la reinstalaci—n en el puesto en mayo del 2011.

Sin embargo, el caso se apel— ante el Tribunal Laboral de Heredia, el cual declar— sin lugar la demanda y mantuvo el despido en agosto del mismo a–o.

Los magistrados de la Sala Segunda confirmaron en febrero esa œltima sentencia y determinaron que, con la prueba documental y testimonial, no hubo duda alguna de que el despido es justificado.

Adem‡s, recalcaron que las v’ctimas de hostigamiento sexual no deben repetir sus declaraciones en la v’a judicial si ya lo hicieron en sede administrativa, siempre que se hubiese guardado el debido proceso y el derecho de defensa.

Segœn denunci— la oficial interina, su jefe le tocaba las manos, le dec’a que era bonita, la saludaba de beso en la mejilla, le daba abrazos y le dec’a Òmi amorÓ, a pesar de la negativa de ella.

Los magistrados determinaron en el voto N.¡ 92-2012 que la demandante Òera una polic’a de reciŽn ingreso, con nombramiento interino y, por ende, sin estabilidad en el puesto. Es evidente que se encontraba en una situaci—n vulnerable, de la cual el demandante pretendi— aprovecharseÓ.

La funcionaria relat— que en una ocasi—n intent— consultarle a D’az sobre la posibilidad de tener plaza fija.

Segœn consta en el expediente, Òella lo sigui— a la oficina y se sent— en la silla, procediendo el actor a hacerlo en el escritorio, momento en que le acarici— la cara, le dijo que le gustaba y le pidi— que salieranÓ.

La polic’a respondi—: ÒDisculpe, pero no salgo con hombres casados ni mucho menos con jefes, solo con solteros; Žl me contest— que si estaba muy segura; yo le dije: como que me llamo (') y me dijo que en algœn momento iba a caer, entonces solt— a re’r'Ó. Ella asegur— que cuando se levant— para retirarse se percat— de que la puerta estaba cerrada con llave y le reclam—.

El fallo indica que los empleadores deben ser rigurosos para garantizar el desarrollo personal y profesional de las trabajadoras, mediante una pol’tica interna que evite y sancione el acoso sexual.

La Naci—n intent— consultar al exjefe policial, pero no atendi— su telŽfono celular.