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¥ Mopt no puede cobrar multa a
carros modificados
SALA CUARTA SUSPENDE OTRA INFRACCIîNANA V. AMENçBAR C.aamenabar@diarioextra.com Un nuevo salacuartazo
suspende otro art’culo, de la ya fracturada Ley de Tr‡nsito que se encuentra
en vigencia. Esta vez se trata del art’culo 132 inciso h que hace referencia
a los veh’culos que tienen el motor alterado o modificado uno de sus sistemas
principales. Al igual que en los casos
anteriores este ciudadano present— su queja ante el m‡ximo —rgano judicial,
debido a que considera que la multa es desproporcionada y se sale de la
realidad de pago de un costarricense promedio. Por esta falta, el infractor
deb’a pagar ¢234 mil. La infracci—n regula las
modificaciones de los sistemas de motor, inyecci—n, carburaci—n o control de
emisiones. De manera que usted tampoco
deber‡ pagar esa multa, si con una carta hecha por un abogado se acerca a la
Sala Cuarta y presenta un documento para unirse al recurso12-002422-0007-CO. A pesar de la suspensi—n
ordenada por la Sala, los oficiales pueden continuar confeccionando partes,
los cuales ser‡n cobrados en el momento que la Sala Constitucional resuelva
si se mantiene la multa o se rebaja a la que exist’a en la legislaci—n
anterior. REFORMA SIGUE VêA CRUCISMientras la Sala Cuarta sigue
analizando la desproporcionalidad o no de las multas que se encuentran
vigentes en la Ley de Tr‡nsito, el Consejo de Seguridad Vial (Cosevi) seguir‡ en pie de lucha para que no se repitan
los errores que se dieron en la œltima normativa. Silvia Bola–os, directora
ejecutiva del Cosevi, asegur— que no dar‡n un paso
atr‡s en el interŽs de mejorar las deficiencias que ha demostrado tener el proyecto
de ley que en este momento se estudia en la Asamblea Legislativa. Entre los principales
aspectos que se encuentran analizando est‡ la autorizaci—n para que circulen
veh’culos con volante a la derecha y la exigencia de las bolsa de aire en los
veh’culos. Este œltimo punto podr’a ser
una piedra en el zapato, en el caso de que nuevamente se reitere el tema en
el Congreso, ya que los taxistas no est‡n dispuestos a aceptar esta
normativa, por lo que podr’a implicar en el incremento en los costos del veh’culo.
Otros que en su momento no
vieron viable este proyecto fue la empresa de revisi—n tŽcnica, quien le
explic— en su momento a los diputados que se les hace muy complicado la
verificaci—n en el cumplimiento de la normativa, ya que a pesar de que el carro
indique que s’ cuenta con bolsas de aire, esto solo puede verificarse
poniendo a funcionar el dispositivo, lo que tampoco es posible. ÒNosotros no estamos
dispuestos a aceptar que nos obliguen a tener carros con bolsas de aire.
Existen an‡lisis de expertos que demuestran lo inviable de las mismas, sin
contar que la mayor’a de la flotilla nacional no cuenta con este
dispositivoÓ, explic— Gilberth Ure–a, miembro de la Federaci—n Nacional de
Cooperativas de Taxis (Fenacotaxis). De ponerse nuevamente el tema
en plenario, la fuerza roja est‡ dispuesta a tirarse a las calles para evitar
que este art’culo sea aprobado. |