Del
Dr. Carlos Chinchilla Sandí:
Con el título “Autor y
Coautor en Derecho Penal”, el jurista costarricense Dr. Carlos Chinchilla
Sandí publicó recientemente esta obra con la que se propone brindar una
definición clara del concepto de autor, la doctrina o teoría que conforma el
mismo, así como los elementos que se deben tener en cuenta. “Una vez
establecidos estos extremos, procederemos a ofrecer un concepto de coautor y
exponer los elementos que implica dicha figura penal. En este desarrollo será
indispensable diferenciarlo del partícipe secundario –cómplice e
instigador-, explica Chinchilla en la
parte introductoria de su libro.
Por ser este un tema de
actualidad, para muchos especialistas el estudio de las
figuras del autor y coautor sin duda constituye un valioso aporte al trabajo
científico-jurídico-penal. Su contribución será de mucha importancia para la
dogmática tanto de Costa Rica como de América Latina.
En ese sentido, el Dr.
Enrique Bacigalupo Zapater, catedrático de derecho penal y magistrado del
Tribunal Supremo de España, expresa que esta investigación era necesaria dado
que los trabajos dogmáticos se deben vincular con una problemática social real,
así como con el estado de la teoría y la práctica en un momento dado. “En la dogmática penal de habla castellana,
las cuestiones de la autoría y la participación no han culminado todavía su
desarrollo. Aunque hace tiempo ya comenzó la discusión en torno a los
tradicionales conceptos de la teoría formal-objetiva, los criterios elaborados
por la teoría del dominio del hecho no han tenido, probablemente, la difusión
necesaria como para permitir el acceso a los problemas de la discusión actual”,
manifiesta.
Agrega Bacigalupo
que hoy la teoría del dominio del hecho ya no tiene la pretensión de ser la
única explicación de la diferencia entre los conceptos de autor y de partícipe.
Por ello, las reflexiones sobre este tema que hoy saca a la luz pública Carlos
Chinchilla, llegan en el momento preciso, pues sin profundizar en esta teoría,
será casi imposible comenzar la nueva etapa de reflexión ante la que, como
diría Ortega y Gasset, nos ha puesto “nuestro tiempo”. Y sobre todo el tiempo
de nuestra América Central que ha renovado con ejemplaridad sus Códigos Penales
en las últimas tres décadas.
Finalmente resulta
importante destacar de esta investigación la exposición que hace Chinchilla
acerca de la evolución de la figura del coautor en los diferentes Códigos
Penales, partiendo del Código General de Carrillo de 1841, pasando por el
Código Penal de 1880, los de 1924 y 1941, para culminar con el vigente Código
Penal de 1970. De igual forma se analiza el coautor en el proyecto de Código
Penal del 2002. “Lo que ha venido a
brindar gran desarrollo y vigencia a la figura del coautor ha sido,
indiscutiblemente, la jurisprudencia de la Sala Tercera y del Tribunal Superior
de Casación Penal, razón por la cual se analiza la misma y se muestra su
evolución”.