SUCESOS
JUEVES 4 DE
AGOSTO DEL 2011
David Delgado C. david.delgado@nacion.com
10:53
a.m. 03/08/2011
Un
fallo de la Sala Constitucional protege a los trabajadores alcoh—licos de ser
despedidos, si sus patronos no les ofrecen terapias para su rehabilitaci—n.
Los
magistrados confirmaron, en el voto N.¡ 11-8617, que el alcoholismo es un
trastorno de la salud mental, pues fue catalogado por la Organizaci—n Mundial
de la Salud (OMS) como un problema de la salud que afecta la productividad del
empleado.
ÒAl
considerarse el alcoholismo como una enfermedad, se establece la obligaci—n de
tratarlo, sin discriminaci—n, como otra enfermedad m‡s.
ÓLos
patronos deben conceder a los trabajadores alcoh—licos la oportunidad de
someterse a rehabilitaci—n para superar su enfermedad, antes de aplicar
sanciones disciplinarias, siendo que, en caso de que no exista una respuesta
afirmativa de su parte, podr‡ aplicarlaÓ, se–ala el voto.
La
Naci—n trat— de conversar con
Ernesto Jinesta, magistrado que redact— el voto, pero no fue posible ubicarlo
ayer porque estaba de vacaciones.
El
magistrado explica en el fallo que el C—digo de Trabajo proh’be a los
trabajadores laborar en estado de embriaguez, segœn el art’culo 72, inciso c; y
tambiŽn se–ala que el inciso i, del art’culo 81, establece como justa causa de
despido cuando, una vez apercibido el trabajador, labore alcoholizado.
Vera
Barahona, directora interina del Instituto Nacional sobre Alcoholismo y
Farmacodependencia (IAFA), expres—: ÒEl consumo de drogas se considera una
enfermedad cuando se desarrolla la dependencia, y es tan cr—nica como la
diabetes, hipertensi—n o asma porque la persona est‡ sujeta a reca’das
frecuentes.
ÒA
los trabajadores que consumen hay que darles la oportunidad y los permisos de
asistir al tratamiento. La empresa, pœblica o privada, debe tener establecido
quŽ tratamiento ofrecerlesÓ, agreg—.
Reclamo
por despido. Un hombre,
apellidado Barrantes, de 33 a–os, que es polic’a de la Unidad de Intervenci—n
Policial (UIP), de la Fuerza Pœblica, reclam— ante la Sala IV porque fue
despedido, en noviembre del 2010, por ausentarse al trabajo, pues sufr’a de
alcoholismo.
Los
magistrados ordenaron al Ministerio de Seguridad Pœblica restituirlo en su
cargo el 28 de junio pasado, pero cuando ingres— fue suspendido por un mes por
la misma situaci—n.
La
Naci—n intent— conversar ayer
con Barrantes, pero no se encontraba en su casa, en San JosŽ, y sus vecinos no
lo han visto desde hace una semana. German Salazar, conocido del polic’a,
expres—: Òƒl es una excelente persona, muy preparada, y no es agresivo, pero el
alcohol lo tiene mal. ƒl empez— a tomar a los 14 a–os. La semana pasada durmi—
aqu’ en mi casa porque tuvo un problema con la mam‡Ó.