Noticias del d’a
MiŽrcoles 6 de julio de 2011, San JosŽ,
Costa Rica
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Las bases met‡licas dobladas evidencian
que la baranda fue destrozada por un veh’culo.
/ A. Araya.
Junto a una curva
pronunciada, en medio de las monta–as del parque Braulio Carrillo, una baranda
de seguridad destrozada por un carro que se sali— de la v’a hace algunos meses
constituye una amenaza para los choferes.
As’ lo hizo ver el
paramŽdico Ricardo Hern‡ndez, quien tras atender dos accidentes en la llamada
ÒVuelta del SustoÓ, a siete kil—metros del tœnel en el sentido San
JosŽ-Gu‡piles, acudi— a la Sala Constitucional para exigir al Estado que tomara
medidas.
Los magistrados le dieron
la raz—n. Hern‡ndez argument— que en cuesti—n de un mes se accidentaron tres
veh’culos all’.
El 22 de mayo, cuando
atendi— el œltimo percance en la zona, Hern‡ndez indic—: ÒDesde hace meses fue
destruida (la baranda) y nadie se preocup— por poner una nueva. Si la valla
hubiese estado, se habr’an evitado algunos de esos accidentesÓ.
A ra’z de la denuncia, el
director del Consejo Nacional de Vialidad (Conavi),
Carlos Acosta, se comprometi— a darle prioridad a la reparaci—n de la baranda.
ÒEl Estado est‡ en la
obligaci—n de actuar preventivamente. Ante la destrucci—n de la barrera, debi—
descartar, al menos, que su falta no provocar’a problemasÓ, se–al— la Sala
Constitucional en su resoluci—n.
Riesgo producto de la
velocidad
La valla met‡lica, que
antes funcionaba como barrera, se encuentra hoy entre las ramas de los ‡rboles
de la ladera. En el fondo del barranco se aprecia un veh’culo que fue v’ctima
de la peligrosidad de la ruta.
Guido Valenciano, oficial
de Tr‡nsito, se–al— que la baranda se ha reparado en varias ocasiones, pero que
los veh’culos que pierden el control la vuelven a derribar. Segœn explic—, lo
mejor ser’a establecer una velocidad l’mite o colocar se–ales que indiquen a
los conductores que deben transitar con precauci—n.
En el kil—metro 25 de la
v’a donde se localiza la ÒVuelta del SustoÓ se han accidentado varias personas
producto del exceso de velocidad. La lluvia y la neblina tambiŽn aumentan el
riesgo.
Los œltimos accidentes se
registraron la noche del 22 de mayo. El veh’culo en el que viajaba una familia
de Sarapiqu’ se sali— de la v’a y cay— en un guindo, a 75 metros de la
carretera.
Al d’a siguiente, cuando
los cruzrojistas regresaron para verificar que no quedara nadie, encontraron
otro veh’culo, 125 metros m‡s abajo. All’ se encontraba sin vida Wilbert Mauricio C‡rdenas Alfaro, de 42 a–os.