MiŽrcoles 1 de Junio, 2011

 

 

Causa planteada por bananeros para anular contrato de puerto de contenedores llevar’a tr‡mite preferente
Nueva concesi—n en Mo’n va a juicio
ÒHemos seguido un proceso profesional y transparenteÓ, afirma vocero de APM Terminals, empresa que gan— contrato

Los bananeros se han adjudicado una victoria en la lucha que libran contra el proyecto de concesi—n que promueve la construcci—n de una megaterminal de contenedores en Mo’n, Lim—n.
El juez Daniel Aguilar, quien tramita la causa en que los exportadores de fruta solicitan anular el contrato portuario, rechaz— el 25 de mayo la petici—n de archivar el caso, como solicitaron el Consejo Nacional de Concesiones y APM Terminals, grupo holandŽs al que se le adjudic— el proyecto.
En cambio, Aguilar sugiri— al Tribunal Contencioso Administrativo darle tr‡mite preferente a la denuncia de los bananeros por la Òurgencia, necesidad y trascendencia para el interŽs pœblicoÓ.
Con una inversi—n de $992,2 millones, la construcci—n del puerto especializado en la atenci—n de contenedores es la obra de infraestructura m‡s grande que haya promovido el pa’s hasta ahora.
Pero el proyecto presentar’a 71 inconsistencias legales que ameritan anularlo e iniciar un nuevo concurso con las debidas correcciones, asegura Randall Quir—s, representante de la C‡mara Nacional de Bananeros.
La principal queja que tienen los exportadores es c—mo se fijaron las tarifas de $240 que se van a cobrar por contenedor, si no se tiene un estudio de factibilidad econ—mica que defina la inversi—n que se necesita.
Al no haber un estudio econ—mico, la Autoridad Reguladora de Servicios Pœblicos (Aresep) hizo la salvedad de que elabor— una ecuaci—n matem‡tica para definir los cobros a futuro, no las tarifas m‡ximas en s’, asegur— Quir—s.
Este caso se asemeja al del aeropuerto Juan Santamar’a, el cual estuvo a–os paralizado por reclamos financieros presentados posterior a que la empresa Alterra Partners (a la que se le adjudic— el proyecto) asumiera la obra, alert— el representante de los bananeros.
La causa presentada por los bananeros es en contra del Consejo Nacional de Concesiones, la Procuradur’a y la Contralor’a General de la Repœblica, la Junta de Administraci—n Portuaria y de Desarrollo Econ—mico de la Vertiente Atl‡ntica, Aresep y APM Terminals.
LA REPUBLICA intent— obtener la posici—n de la contraparte, pero a pesar de que desde el lunes tramit— una entrevista con Edwin Rodr’guez, jerarca del Consejo de Concesiones, al cierre de esta nota aœn no se ten’a respuesta alguna.
En cambio, en APM Terminals garantizaron que Òhan seguido un proceso profesional y transparente para lograr la concesi—n para el dise–o, financiamiento, construcci—n y operaci—n de la nueva terminal y el deseo es seguir adelante, a paso firme para dotar a Costa Rica de una obra de clase mundialÓ, segœn Paul Gallie, director general de la empresa.
LA REPUBLICA supo que el Gobierno seguir‡ con el tr‡mite de la concesi—n paralelamente a la presentaci—n de sus descargos ante el Tribunal Contencioso Administrativo, con la intenci—n de firmar el contrato por ah’ de agosto.
Y es que a pesar de que el caso ser‡ elevado a juicio, el Gobierno se hab’a adjudicado un triunfo con anterioridad, al lograr que el mismo juez Aguilar rechazara —el 15 de abril— la medida cautelar solicitada por los bananeros para que se impidiera la firma del contrato.
En ese entonces el juez tramitador resolvi— que se trataba de una acci—n cautelar prematura, dado que no hab’a una acci—n de gobierno que provocara un da–o al erario, adem‡s de que no se hab’a agotado la v’a administrativa pues aœn quedaba una apelaci—n pendiente en la Contralor’a, la cual fue desestimada una semana despuŽs.
No obstante, en caso de que el contrato se llegue a firmar y refrendar por parte de la Contralor’a, los bananeros temen que si el Tribunal Contencioso Administrativo les diera la raz—n en la disputa legal, el Estado se vea obligado a indemnizar al concesionario por una suma millonaria.
Esta situaci—n evoca lo sucedido con la c‡rcel de Pococ’, la cual fue adjudicada en concesi—n a la empresa TCM y luego el Gobierno desisti— del proyecto, por lo que la empresa est‡ solicitando una indemnizaci—n de $110 millones sin haber construido la obra, advirti— Quir—s.
Ante la solicitud presentada por el juez Aguilar de dar tr‡mite preferente a la causa actuada por la C‡mara de Bananeros, el caso pasar‡ a estudio de la Secci—n Sexta del Tribunal Contencioso Administrativo. Ser‡n tres jueces de esa secci—n quienes deber‡n resolver si el proceso se desarrolla mediante la v’a r‡pida o de forma normal.
La virtud de los casos tramitados mediante un proceso contencioso administrativo es la celeridad con que se resuelven.
Tradicionalmente los proyectos de concesi—n que se desarrollaron en el pa’s han tardado seis a–os en promedio para iniciar la construcci—n. Otros fracasaron en el intento.
Precisamente ante los problemas que han sufrido los proyectos gestionados por concesi—n, el grupo de diputados que analiz— las obras promovidas mediante este modelo recomendaron congelar los contratos en tr‡mite hasta que se hagan las correcciones al sistema.
Pero Quir—s, quien se desempe–— como ministro de Obras Pœblicas en el gobierno de Abel Pacheco, asegura que no es culpa del modelo, sino de los funcionarios que no lo cumplen al pie de la letra.