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¥ Emitida el 11 de setiembre de 2008 en Cartago
SALA TERCERA CONFIRMA ABSOLUTORIA EN CASO CANDA
MARCO LEANDRO
mleandro@diarioextra.com
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Las juezas del Tribunal Penal de Cartago absolvieron a todos los acusados del caso Canda Mairena y la Sala Tercera lo confirm—. |
La Sala Tercera de Casaci—n
Penal confirm— la absolutoria de los polic’as, el guarda privado y el due–o del
taller donde muri— el nicaragŸense Leopoldo Natividad Canda Mairena, dictada
por el Tribunal de Juicio de Cartago el jueves 11 de setiembre de 2008.
Ese d’a las juezas condenaron a
pagar ¢2 millones por las costas del juicio y rechazaron tajantemente la acci—n
civil resarcitoria entablada por la madre de Canda a travŽs de su abogado.
Canda Mairena muri— por la
pŽrdida de sangre ante la gran cantidad de heridas en los brazos que le
provocaron los perros rottweiler ÒOsoÓ y ÒHunterÓ, en un taller ubicado 400
metros al oeste del cementerio, en La Lima de Cartago, el 9 de noviembre de
2005.
El incidente sucedi— cuando
Canda y dos compinches se metieron a robar en ese taller y los perros
cumplieron su prop—sito de defender la propiedad privada.
El juicio era contra diez
imputados, incluidos el propietario del taller mec‡nico y due–o de los perros,
un guarda y ocho polic’as que llegaron al lugar a prestar colaboraci—n, pero no
pudieron evitar que el nicaragŸense se desangrara.
El vigilante corri— a llamar al
due–o del taller, Fernando Zœ–iga, quien de inmediato sali— de su casa en Tres
R’os, a 20 minutos del lugar del ataque, pero lleg— muy tarde.
La Fiscal’a Adjunta de Cartago
tras escuchar y confrontar toda la prueba en el debate solicit— al tribunal la
sentencia absolutoria para los oficiales de la Fuerza Pœblica Erick S‡nchez
Torres y Asdrœbal Luna Zamora, acusados de omisi—n de auxilio.
Los dem‡s solo fueron acusados
por el abogado de la madre de Canda Mairena, al igual que al Estado. Segœn la
querella, la madre de la v’ctima deb’a recibir una indemnizaci—n de ¢115
millones y a todos se les deb’a condenar a 12 a–os de c‡rcel por homicidio
simple al no hacer nada para evitar la muerte de Canda.