LUNES 30 DE MAYO DEL 2011
Ernesto Rivera erivera@nacion.com 10:19 a.m. 29/05/2011
La
validez de las materias que imparte una sede universitaria est‡ ahora en manos
de la Sala Constitucional.
Ese
tribunal acogi— para estudio un recurso de amparo presentado contra el Consejo
Nacional de Ense–anza Superior Universitaria Privada (Conesup), para que
reconozca cursos impartidos en la sede San Ana, San JosŽ, de la Universidad
Panamericana.
La
gesti—n se interpuso luego de que el Conesup advirti— a los estudiantes que las
materias que cursen all’ no les ser‡n reconocidas, ya que el centro de estudios
ubicado en ese cant—n no est‡ autorizado.
Segœn
el organismo rector de la educaci—n superior privada, la Universidad
Panamericana solo tiene permiso para funcionar en San JosŽ y Puriscal.
Sin
embargo, en la sede de Santa Ana estudian 100 alumnos. Aparte, hay cuatro sedes
en la misma condici—n con un total de 500 estudiantes que podr’an verse
perjudicados ante la decisi—n del Conesup.
El
origen. El recurso de amparo que
la Sala Constitucional acogi— para estudio fue interpuesto por Guiselle S‡nchez
CŽspedes, estudiante de la carrera de Turismo .
De
acuerdo con sus argumentos, durante los œltimos dos a–os, ha cursado y aprobado
materias en la sede que la universidad tiene en Santa Ana .
Asimismo,
se–ala que la carrera de turismo que imparte la Panamericana fue aprobada por
el Conesup desde 1988.
No
obstante, para las autoridades del Conesup, el problema es que, si bien la
universidad tiene aprobada esa carrera desde 1988, solo puede impartirla en las
sedes de San JosŽ y Puriscal.
El
amparo tambiŽn se present— en contra del ministro de Educaci—n Pœblica,
Leonardo Garnier (en su calidad de presidente del Conesup) y de la directora
ejecutiva del Conesup, Evelyn Chen Quesada.
Cuestionan
reglamento JosŽ Manuel Echandi,
abogado que redact— el amparo, explic— que el fondo de la controversia es un
reglamento del Consejo Superior.
Echandi
indic— que, segœn esa normativa, cada vez que una universidad abre una sede,
las carreras que la universidad ten’a autorizadas deben someterse a un proceso
de aprobaci—n del Conesup.
ÒEs
como si el Conesup viera a la Universidad Panamericana como varias universidades
diferentes, como si cada sede de la misma casa fuera una universidad nuevaÓ,
se–al— Echandi.
El
abogado puntualiz— que, en su opini—n jur’dica, eso viola los principios de
razonabilidad y proporcionalidad, as’ como la ley de simplificaci—n de tr‡mites.
ÒEstamos
apelando la constitucionalidad de ese reglamento. Cuando en 1988 a la
Universidad le aprobaron las carreras, eso no se establec’a as’Ó, dijo el
abogado.
En
marzo pasado, el Conesup difundi— un campo pagado en donde advert’a a los
estudiantes de la Universidad Panamericana sobre este problema.
En
esa ocasi—n la directora ejecutiva del Consejo, Evelyn Chen, expres—:
ÒImag’nese la inversi—n que hace un estudiante, el esfuerzo del padre de
familia y que se enteren de la noche a la ma–ana que esa sede no est‡
autorizadaÓ.
Chen
a–adi— que es posible pedir la apertura del nuevo centro, pero durante el
proceso de aprobaci—n no pueden impartir cursos.