INAUGURACIÓN PROGRAMA DE ESPECIALIZACIÓN DE JUECES | ||
Nuestra institución, a través del trabajo empeñoso de la Escuela Judicial viene paso a paso, atendiendo una de nuestras principales necesidades en lo que se refiere a la administración de justicia. No puede caber duda de que si algo debe ser característico de un buen Poder Judicial es la alta calidad de los funcionarios que administran justicia. Nuestra labor como institución gira mayormente alrededor de la resolución de los litigios que se presentan por parte de los ciudadanos. A ellos el Estado les impide resolver las cosas de cualquier manera, les ordena saldar sus diferencias a través de alguno de los medios establecidos institucionalmente. Entre ellos, destaca el llamado procedimiento jurisdiccional donde un servidor público y tercero sin intereses en el caso resuelve la diferencia planteada, con la autoridad que le confiere el Estado.- Resulta obvio entonces que a mayor calidad de este servidor, mayor calidad en el servicio que presta el Estado a través de él. Ahora bien, durante mucho tiempo en nuestro país, y también en nuestro entorno cultural, se dio por sentado que la contratación de profesionales en Derecho era condición tanto necesaria como suficiente para garantizar esa calidad buscada para el servicio judicial. Pero ahora, las mayores exigencias de la ciudadanía respecto de la labor de administrar justicia, se traducen en la necesidad de replantearse a fondo esa idea y esa creencia. Les confieso que todavía hace diez o quince años, yo también pensaba que nosotros como institución, debíamos exponer y exigir a los centros educativos nuestras necesidades de personal, para que ellos ajustaran sus programas y nos proveyeran de el recurso humano preparado que requerimos. Ahora, el tiempo nos ha enseñado a todos que nuestras necesidades específicas de capacitación no serán atendidas a satisfacción sino por nosotros mismos, pues por una parte nuestras exigencias no pueden satisfacerse con una formación legal básica, ni tampoco con programas de posgrado que tienen en mira otros intereses y enfoques. En ese contexto encuentra entonces la justificación de este esfuerzo de la Escuela Judicial para la concepción y ejecución de estos programas de especialización jurídica, que buscan no tan solo preparar al profesional en aspectos profundos y particulares de algunas ramas del Derecho, sino –y principalmente- acentuar el uso de esa enseñanza como instrumento de la administración de justicia. Por eso, me ha parecido acertada y clave la decisión de incluir en estos programas de especialización un módulo de nivelación que a juzgar por el programa, me parece la mayor importancia, en tanto enfatiza en temas que serán claves para el ejercicio de la judicatura, como son el entrenamiento en conciliación y el adiestramiento en el razonamiento jurídico. Para nadie es un secreto que nuestro planeamiento es en este punto sumamente ambicioso: queremos formar un juez moderno, afecto a la tecnología y la búsqueda de la solución del conflicto en vez de entretenerse en buscar supuestos defectos de forma cuya declaración no le sirve a nadie, excepto para quitarse de encima un caso. Con eso en mente, me satisface muchísimo la ambición con la que está concebido este programa que -llevado en su totalidad con seriedad y compromiso- va sin duda rendir frutos a través de jueces mejor preparados para lo que es su labor fundamental: la resolución de conflictos. A quienes comienzan hoy como alumnos en este importante esfuerzo, les pido entonces que tomen de manera seria su compromiso y hagan honor tanto a su prestigio personal como al de la institución, cumpliendo y excediendo las exigencias académicas; no me cabe duda de que todos tienen la capacidad de dar un importante salto en su calidad profesional y les pido que aprovechen bien la oportunidad que se les brinda. Por otra parte, a los funcionarios de la Escuela Judicial y a los encargados de la formación, les agradezco el esfuerzo realizado por plasmar este proyecto que hoy se inicia bajo los mejores augurios y que estoy seguro -porque conozco el recurso humano con que contamos- que será llevado adelante con la calidad y la entrega requeridas. Concluyo y les deseo mucha suerte a todos, estudiantes y formadores y espero que nos veamos dentro de algunos cuatrimestres cuando den por concluida esta preparación que -espero- haya enriquecido su perspectiva para ser mejores jueces. |
Licda. María Isabel Hernández Guzmán
Lic. Sergio Bonilla Bastos
Licda. Andrea Marín Mena
Licda. Teresita Arana Cabalceta
Licda. Marcela Fernández Chinchilla
Licda. Melania Chacón Chaves
Diseño Gráfico: Iván Pacheco Leon
Colaboración: Departamento de Tecnologías de la Información, Poder Judicial
Poder Judicial de la República de Costa Rica, ® Derechos reservados 2011