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San JosŽ, Costa Rica, S‡bado 11 de diciembre de 2010

EDITORIAL

ORDENANDO LA FISCALêA

Tras las primeras semanas de ocupar el cargo de fiscal general de la Repœblica, don Jorge Chavarr’a visit— las instalaciones de DIARIO EXTRA, donde anunci— la ejecuci—n de una serie de cambios a fin de llevar esta instituci—n de justicia hasta las personas que necesitan un servicio m‡s eficiente.

ÒMi meta es reorganizar el Ministerio Pœblico para acercarlo m‡s a los ciudadanos y a los delitos comunes que tanto agobian a los costarricenses. Para ello pretendo que los fiscales coordinen m‡s con la polic’a para que se investigue a fondoÓ, nos dijo el jerarca.

Estas acciones est‡n agrupadas en la Pol’tica de Persecuci—n Penal en Delincuencia Organizada y Gesti—n Funcional del Ministerio Pœbico, que es compuesta b‡sicamente por tres pilares que consisten en el financiamiento para la defensa civil de la v’ctima, la creaci—n de una fiscal’a escuela y la reorganizaci—n interna.

Los dineros recaudados por la defensa civil, producto de los pagos de las demandas civiles, ser‡n orientados a atender las necesidades de las v’ctimas de las violaciones legales, sobre todo quienes han sufrido infracciones tales como violencia domŽstica, delitos sexuales y tr‡fico de personas.

Respecto a la fiscal’a escuela, se pretende que una comisi—n se encargue de elaborar un proyecto de ley para la creaci—n de la carrera fiscal, el cual ser‡ presentado a los legisladores para su debido estudio y la respectiva aprobaci—n.

Con esto se busca que aquellos profesionales que aspiren a ser fiscales auxiliares o fiscales deben llevar un curso de ingreso y una pasant’a en la fiscal’a escuela.

La tercera parte de la Pol’tica de Persecuci—n Penal es la reorganizaci—n institucional, cuyo objetivo es el mejoramiento del ataque institucional a la criminalidad organizada de nuestro pa’s y las redes internacionales que nos afecten.

Para ello se ha creado la Fiscal’a Adjunta contra la Delincuencia, que ha sido conformada al fusionar las fiscal’as especializadas de Narcotr‡fico, Crimen Organizado y Sustracci—n de Veh’culos, que desaparecer‡n como tales.

ÒPasar‡ lo mismo con Atenci—n Inmediata, la Vespertina de Goicoechea, Tr‡mites R‡pidos y Flagrancias. Todas estas quedar‡n unidas bajo un solo mandoÓ, nos coment— en su visita el se–or fiscal general.

Dentro de lo proyectado tambiŽn se busca que las fiscal’as de delitos comunes de las diferentes provincias utilicen mejor los recursos y uniformar los procedimientos de trabajo.

No cabe duda que las modificaciones planteadas por el nuevo fiscal general son urgentes, pues el Ministerio Pœblico no estaba cumpliendo adecuadamente con sus funciones desde hace muchos a–os.

Tal afirmaci—n la hacemos basados en las mismas estad’sticas que anunci— el funcionario cuando dijo que el Ministerio Pœblico estaba condenando apenas cerca del 60% de los casos elevados a juicio. Cifra considerada muy baja porque, como bien lo dijo el propio don Jorge, cuando se logre condenas del 80% ser‡n eficientes.

Otras de las cifras que realmente muestran la necesidad de estos ajustes anunciados son las que textualmente tambiŽn nos detall— el propio jerarca: ÒEl 80% de los casos de tr‡mite r‡pido se desestima por falta de elementos probatorios, luego de algunas diligencias policialesÓ.

Bien dice Chavarr’a al expresar que si el fiscal no le da la mano a la v’ctima, Žsta no va a tener justiciaÉ pero para eso el funcionario necesita la organizaci—n adecuada, una actitud de imparcialidad y no resolver los casos sin importar si el condenado era culpable o no. Un cuidado que es necesario tener.

Es evidente que hemos sido muy cr’ticos en los œltimos a–os de este cuerpo de represi—n, pero hoy meditando las medidas de cambio que se han adoptado y las que se busca ejecutar creemos que pronto observaremos resultados positivos.