Lunes 13 de Septiembre de 2010
ENTREVISTA
Jorge
Arce ef
Mujeres l’deres
Sala IV
aporta a la equidad de gŽnero
Ley no basta para reducir brechas.
Edici—n 785
Ana Virginia Calzada, presidenta de la Sala
Constitucional, cree que la ley apoya la equidad de gŽnero, pero no cierra por
s’ sola la brecha.
Considera que la Sala Constitucional ha hecho
aportes para reducir la distancia laboral y econ—mica entre hombres y mujeres,
pero depende en ese sentido de las consultas de los ciudadanos, las cuales,
dice, no son muy frecuentes en ese campo.
Reconoce que el criterio tŽcnico prima en los
fallos judiciales, independientemente de si el juez es hombre o mujer, pero
est‡ de acuerdo en que, de alguna manera, la diferencia de gŽnero est‡ presente
en los enfoques de un problema.
Con ella conversamos en su despacho del octavo piso
de la Corte Suprema de Justicia, donde hace un poco de calor, porque Calzada
mand— a quitar el aire acondicionado, debido a que la fuerza del viento que se
colaba por las ranuras, hac’a volar los papeles del escritorio.
ÀPara usted quiŽn es un l’der?
Un l’der es quien puede llevar una organizaci—n, no
solo dando las directrices, sino sabiŽndose acompa–ar de quienes pueden
aconsejarlo bien.
ÀHay diferencias en las resoluciones de un juez
hombre y el de una mujer?
El criterio tŽcnico puede ser el mismo, pero s’ me
parece que hay visiones diferentes, enfoques diferentes del hombre y de la
mujer. En una sentencia de la Sala sobre la participaci—n de hombres y mujeres
en pol’tica, hace algœn tiempo, yo se–alaba que el enfoque del hombre y la
mujer unidos permiten una visi—n de la sociedad m‡s completa.
Pero en el caso de los jueces, Àeso puede hacer que
se incline m‡s la balanza hacia un lado y no hacia el otro?
No dir’a eso. Pero s’ que ambas visiones
complementan una visi—n m‡s completa de la sociedad. M‡s comprensiva.
ÀHa visto la Sala Constitucional casos que
contribuyen a reducir la brecha de gŽnero?
Son m‡s frecuentes en el pol’tico que en otras
‡reas. Hemos resuelto recursos que tienen que ver, por ejemplo, con la dignidad
de la mujer. Hemos tenido un par de casos que nos llegan de manera coyuntural.
ÀUn ejemplo?
Nos lleg— un recurso contra la publicaci—n en un
peri—dico de fotos de mujeres desnudas. Lo que sucede es que el recurso de
amparo lo presentan con el argumento de protecci—n de menores de edad expuestos
a este material. En ese caso tambiŽn hay discriminaci—n contra la mujer, solo
que este argumento no se hace evidente en el recurso.
ÀY c—mo se fall— en este caso?
Se perdi— cinco a dos. Sin embargo, por lo menos hay
un debate. En temas de discriminaci—n y gŽnero, la Sala ha sido amplia y
abierta, y ha declarado muchos asuntos con lugar.
ÒPor ejemplo, hubo uno de las candidatas a
diputadas por Liberaci—n Nacional, que consideraban discriminatorio la manera
de elegirlas. La Sala lo declar— inconstitucionalÓ.
ÀY la Constituci—n da garant’as suficientes para
impulsar la igualdad de gŽnero o requiere reformas?
El art’culo 33 habla de la igualdad, y da todas las
bases necesarias para que haya equidad de gŽnero. El art’culo est‡ ah’, el
principio est‡ ah’; hay que implementarlo. La implementaci—n ha sido lenta.
Todav’a cuesta la equiparaci—n de los gŽneros.
ÀHace falta m‡s legislaci—n?
Las leyes no resuelven los problemas. El C—digo de
Familia habla de responsabilidad compartida, y son las parejas j—venes las que
lo est‡n haciendo. Es un tema cultural que requiere una toma de conciencia.
Ra’ces de una magistrada
Ra’ces de una magistrada
Juan Rafael Calzada
ÒDe mi padre aprend’ el apego a los valores y
principios antes los que uno debe responder en todos los actos de la vidaÓ.
Emilia Miranda
ÒDe mi madre aprend’ la fortaleza, y esta lecci—n:
los conflictos hay que resolverlos en el momento oportuno, y no aplazar o
adelantar su resoluci—nÓ.
Luis Paulino Mora
ÒDel presidente de la Corte Suprema de Justicia
aprend’ a llevar una Sala ordenada, es decir tener una buena administraci—nÓ.
Rodolfo Piza Escalante
ÒLa defensa y apego a los derechos humanos que
siempre fueron su eje centralÓ.