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San JosŽ, Costa Rica, Viernes 9  de julio de 2010

 

LA JUDICATURA

Msc. Zarela Villanueva Monge *

El oficio de juez o jueza es una tarea delicada y compleja. Generalmente incomprendida por las personas que no saben lo que  se  vive detr‡s del mostrador, del escritorio o en la intimidad del hogar.

Una jueza o un juez  tienen la sagrada misi—n de aplicar la Constituci—n y la ley, de custodiar los principios y valores que ellas tutelan. Al hacerlo, tienen en sus manos la libertad de las personas, su honor, su  tranquilidad, su patrimonio, entre otros delicados bienes jur’dicos. Su  decisi—n  es determinante para la vida de una persona y ciertamente, para el equilibrio del sistema.

Los jueces y las juezas no pueden dejarse llevar por pasiones o modas, ni siquiera por mayor’as. En su funci—n buscan la objetividad, la coincidencia entre la ley y la raz—n, aun  cuando no sea popular. Deben actuar incluso en contra de sus propias creencias personales, pues tienen el marco legal como su l’mite de actuaci—n.

La justicia se ejerce mediante la imparcialidad, la independencia, la lealtad, la probidad, la veracidad y la equidad, utilizando las herramientas de la conciencia, la moral, la diligencia, el decoro y el sentido comœn.

En los pa’ses respetuosos del derecho, la judicatura es protegida, valorada y exaltada por vocaci—n democr‡tica, independientemente de que las sentencias sean  o no compartidas. El mecanismo para discutir los aciertos o desaciertos de quienes ejercen la judicatura, son los  medios procesales que el sistema contempla, el ‡mbito acadŽmico, o cualquier otro, respetuoso de su honor y su decoro. 
La funci—n judicial es la base de la democracia, del Estado Derecho y se ha luchado desde el propio Poder Judicial para garantizar su ejercicio libre, independiente y estable. Igualmente es tarea de todos los d’as acompa–ar esas garant’as con una  cultura de rendici—n de cuentas y de transparencia. Desde esta —ptica, las cr’ticas se reciben como un mecanismo para avanzar y fortalecer la instituci—n.

En mi condici—n de Presidenta en ejercicio de la Corte Suprema de Justicia apelo al buen juicio y la buena fe del DIARIO EXTRA para que se replantee la necesidad de atacar a un juez de carrera, jerarca de esta instituci—n, por un criterio legal, denigr‡ndolo con una grosera comparaci—n.

Es necesario tener cordura para disentir. La dignidad y el decoro de las personas y particularmente de jueces y juezas debe ser respetada.


* Presidenta en ejercicio de la Corte Suprema de Justicia