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El magistrado JosŽ Manuel Arroyo presidi— ayer la vista de la Sala Tercera sobre la apelaci—n de la sentencia del caso Caja-Fischel. |
JosŽ Miguel Villalobos,
defensor de Eliseo Vargas y Juan Carlos S‡nchez, inici— su intervenci—n
asegurando que la sentencia en la cual se conden— a Vargas a 5 a–os de c‡rcel y
3 a S‡nchez tiene muchos vicios que la hacen ilegal y hasta absurda, que debe
ser declarada nula.
Explic— que los jueces condenaron
a Vargas por peculado, o sea votar en la junta directiva de la Caja
Costarricense de Seguro Social para que se le otorgara la licitaci—n de la
compra de los equipos mŽdicos a Medko Medical Instrumentariun, a sabiendas de
que se les iba a pagar una comisi—n o un premio.
ÒSin embargo en los 260 mil
folios de prueba documental no se demostr— que ellos votaran la licitaci—n bajo
esa promesa. Eso nunca se prob—Ó, coment—. Adicionalmente dijo que la sentencia
es ileg’tima, por cuanto la emiti— un tribunal ilegal.
TambiŽn cuestion— el cambio del
juez a œltima hora asegurando que el juzgador que firm— la resoluci—n fue el
mismo que se incorpor— como juez propietario.
Cuando le correspondi— el turno
a Juan Marcos Rivero, abogado defensor del ex presidente Rafael çngel Calder—n,
explic— que la sentencia apelada es una incongruencia total. ÒNo hay
correlaci—n entre prueba, acusaci—n y sentencia. Debe haber un nuevo juicio
para que sustancie una nueva sentenciaÓ, indic—.
Agreg— que uno de los motivos
para recurrir la sentencia es el trato desigual que le da el Tribunal a su
cliente al rechazarle pruebas muy importantes, que demostrar’an su inocencia.
Denunci— que una de las pruebas
rechazadas confirma que se usaron jueces-fiscales para aprobar resoluciones. Expres—
que la sentencia es vergonzosa, por cuanto los jueces califican los $6 millones
que Walter Reiche se dej— en sus cuentas de Bahamas como dineros il’citos.
Rivero explic— a los
magistrados que los jueces pusieron en pr‡ctica el derecho penal del enemigo,
al ser acusado era un vicepresidente, se le rechazaron todas las pruebas y
desde el inicio se le vio como culpable hasta que demostrara su inocencia.
ÒPor eso se incorporaron
pruebas ileg’timas tra’das de Panam‡ sin la orden de un juezÓ, asegur—.
TambiŽn expuso ayer Francisco
Campos, abogado de Reiche, asegurando que se hab’a cometido una injusticia
porque al declarar se logr— conocer su verdad de los hechos.
Para Campos la condena para su
defendido debi— ser de tres a–os y un d’a, el m’nimo para el delito de
peculado.