MiŽrcoles 2 DE junio DEL 2010
Francisco S‡nchez Juez, Tribunal de
PŽrez Zeled—n 10:48 a.m. 01/06/2010
Recientemente
el director de la Escuela Judicial ha anunciado la puesta en marcha del
Programa de Formaci—n Inicial para Aspirantes a la Judicatura (FIAJ), en busca
de asegurar la idoneidad de quienes desempe–en tan importante misi—n en la
sociedad.
La
importancia del papel del juez en la sociedad democr‡tica es algo que hoy en
d’a est‡ fuera de discusi—n. Dentro de las muchas ideas que pueden asociarse al
concepto de democracia, existe un contenido material que se identifica no con
ÒquiŽnÓ puede decidir, sino con el ÒquŽÓ puede ser decidido por quienes ejercen
el poder pol’tico, y es en punto a ese contenido esencial que la labor del juez
cobra especial relevancia.
Funci—n
creativa del juez. Hoy en d’a se
ha superado el paradigma del juez como mero aplicador de la ley: su funci—n es
esencialmente creativa, desde el momento que su decisi—n trasciende las
consideraciones abstractas y generales propias de la ley, y debe solucionar un
caso concreto, cuyas aristas son infinitamente m‡s complejas que la abstracci—n
y generalizaci—n propias del trabajo legislativo, rescatando adem‡s el valor
normativo directo de la Constituci—n Pol’tica. La concepci—n tradicional del
juez presupone un sistema normativo completo, que permita resolver todos los
casos posibles mediante la aplicaci—n de las disposiciones existentes: ese
sistema no existe porque la vida social no se reduce a la letra de la ley.
As’,
es importante la capacidad de identificar los principios fundamentales definidos
por el constituyente, y de analizar la legislaci—n infraconstitucional para
determinar su congruencia con aquellos, y poder as’ cuestionar su validez.
Debemos recordar que el progreso cient’fico en general, y el derecho no es
ajeno a esa caracter’stica, no se logra con la mera acumulaci—n de
conocimientos ni con la escrupulosa insistencia en mŽtodos y sistemas usuales,
sino mediante la revisi—n permanente de lo existente, y de all’ la importancia
de que el FIAJ contemple instrucci—n especializada en razonamiento jur’dico y
tutela de los derechos fundamentales.
Quienes
sean escogidos para formar parte de este programa tienen, por su parte, una
enorme responsabilidad no tanto con la Escuela Judicial o con el Poder
Judicial, sino con el pa’s, que espera de ellos un desempe–o laboral de
alt’sima calidad.
Y
tienen para consigo mismos, un reto y un compromiso enorme, ya que no ser capaz
de corresponder las expectativas generadas puede dejar al beneficiario en una
posici—n de inferioridad respecto del donante, en este caso la sociedad.
El
FIAJ permite avizorar un desempe–o laboral muy positivo, que imponga dinamismo
a una funci—n esencial para la democracia como es la funci—n jurisdiccional, y
se ponga as’ en movimiento ese cuerpo est‡tico que es el sistema normativo. La
puesta en marcha del FIAJ debe ser, pues, motivo de regocijo para el pa’s.