mIƒRCOLES 19DE MAYO DEL 2010
Marvin Carvajal Director de la
Escuela Judicial 09:49 a.m. 18/05/2010
En
una sociedad que crece d’a a d’a en tama–o y complejidad, los desaf’os del
sistema judicial para servir como garante de los derechos e intereses de las
personas y como motor del desarrollo nacional, son siempre mayores.
Actualmente, resulta inaudito que la delicada funci—n de impartir justicia sea
encomendada a personas que, en el mejor de los casos, son poseedoras de
conocimientos generales en el campo del Derecho, pero que carecen de
preparaci—n especializada en cuanto al ejercicio de la Judicatura.
El
actual sistema de acceso a la carrera judicial permiti— que se reclutara a las
personas con base en pruebas orales y mediante un complejo sistema de calificaci—n
de atestados.
La
reforma, aunque revolucionaria en su momento, careci— de un elemento esencial
en todo sistema de acceso a la Judicatura. No estableci— un mecanismo de
formaci—n inicial que garantizara a las nuevas juezas y a los nuevos jueces la
adquisici—n y el fortalecimiento de las competencias profesionales propias de
la funci—n.
Servicio
de calidad. Por a–os, diversos
sectores han coincidido en la necesidad de generar cambios que aseguren, a
travŽs de una adecuada selecci—n y formaci—n de juezas y jueces, que las
personas usuarias, raz—n œltima del sistema, reciban un servicio pœblico de
calidad, ‡gil, accesible, y enteramente comprometido con el Estado social y
democr‡tico de derecho. No obstante, la Escuela Judicial se ha dedicado, b‡sicamente,
a la formaci—n continua.
En
todos estos a–os, nuestros —rganos de decisi—n pol’tica no han actualizado el
marco normativo de la carrera judicial, de modo que se suplan las deficiencias
originales del sistema.
A
partir de las normas vigentes, la Escuela Judicial y el Consejo de la
Judicatura han puesto en marcha, como un plan piloto, el Programa de Formaci—n
Inicial para Aspirantes a la Judicatura (FIAJ), destinado a conformar las
listas de elegibles para el puesto de juez y jueza, y as’ demostrar a las
autoridades competentes que el mejoramiento cualitativo y definitivo de la
justicia requiere un proceso de selecci—n desarrollado cient’ficamente, as’
como una etapa de formaci—n previa al desempe–o de la funci—n jurisdiccional.
Este
plan ha implicado un replanteamiento completo de la forma como se evalœa a las
personas que aspiran a la Judicatura, lo que incluye la selecci—n y
conformaci—n de los tribunales evaluadores, su capacitaci—n en el uso de
herramientas evaluativas modernas, mejorar los temarios y bibliograf’as de los
concursos, as’ como dise–ar pruebas m‡s confiables y transparentes.
Asimismo,
la Escuela Judicial ha dise–ado un plan de formaci—n basado en el desarrollo de
conocimientos, destrezas y valores propios de la Judicatura. Con ello no se
pretende suplir las deficiencias de la educaci—n universitaria, sino ofrecer
una formaci—n especializada para el cargo.
El
plan de estudios del FIAJ consta de un a–o a tiempo completo. Seis meses que se
dedican a recibir m—dulos y talleres presenciales, en temas tan relevantes como
la gesti—n del talento humano, razonamiento jur’dico, tutela de los derechos
fundamentales, direcci—n de audiencias, Žtica en la funci—n judicial, entre
otros. En total, son 1.296 horas dedicadas al estudio, donde se da gran preponderancia
al mŽtodo de resoluci—n de casos, de forma pr‡ctica.
El
segundo semestre del FIAJ estar‡ dedicado a una Pr‡ctica Profesional Tutelada
en diferentes despachos jurisdiccionales. Tres meses en juzgados mixtos
dirigidos por jueces y juezas, dos meses en oficinas del mismo rango, pero
especializadas por la materia y tres semanas en juzgados que conocen, en
alzada, las resoluciones de las juezas y los jueces. Adem‡s, durante todo este
tiempo, la persona aspirante realizar‡ visitas cortas a instituciones con las
cuales deber‡ interactuar al ejercer la Judicatura. Finalmente, cada persona ha
de presentar un proyecto de graduaci—n.
A lo
largo del a–o de duraci—n del FIAJ, la persona aspirante recibir‡ un subsidio
mensual de ¢500.000, la formaci—n ser‡ gratuita, as’ como los materiales
necesarios para su proceso de ense–anza-aprendizaje.
En
contrapartida, la persona deber‡ suscribir un contrato de formaci—n, en el cual
se compromete a cumplir con todas las obligaciones del FIAJ, y en caso de no
aprobar el programa, a regresar el monto de los subsidios entregados, con sus
intereses, as’ como el valor proporcional del programa en s’.
Mejoramiento
a largo plazo. Con el FIAJ, la
Escuela Judicial apuesta a un mejoramiento radical y de largo plazo, en la
calidad de la administraci—n de la justicia en Costa Rica. En estrecha relaci—n
con diversos proyectos institucionales, como el de Gesti—n Integral de la
Calidad, aplicaci—n de las 100 Reglas de Brasilia, Pol’tica Institucional de
GŽnero, entre otros, busca impactar decisivamente en el servicio pœblico que el
Poder Judicial est‡ llamado a ofrecer.
Esperamos
que la experiencia que se est‡ llevando a cabo haga que la Asamblea Legislativa
genere cambios permanentes y significativos en la forma de ingreso y ascenso a
la Carrera Judicial, que incluyan la formaci—n inicial.
Se
trata de una moderada inversi—n destinada a mejorar la calidad de vida de las
personas, la competitividad del pa’s, la seguridad de las inversiones, en fin,
de todos aquellos valores intr’nsecos al ejercicio de una justicia democr‡tica
y de calidad.