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Marvin Carvajal, director de la Escuela Judicial. |
As’ arrancar‡ el Programa de
Formaci—n Inicial para Aspirantes a la Judicatura (PFIAJ) que pondr‡ por
primera vez en marcha la Escuela Judicial.
ÒEl programa comprende un a–o
completo de formaci—n, que las personas que aspiren a cargo de juez genŽrico
uno deber‡n realizar en la Escuela Judicial y en diversos despachos judiciales,
a travŽs de m—dulos pr‡cticos y una pr‡ctica tutelada. La idea es que quien
ingrese a la judicatura tenga todas las herramientas necesarias para ejercerla
de forma adecuadaÓ, explic— Marvin Carvajal PŽrez, director de la Escuela
Judicial.
La convocatoria del Consejo de
la Judicatura para el ingreso a la carrera judicial, inici— este 24 de mayo y
hasta el viernes 28 de mayo, donde los interesados pueden presentar sus
atestados. Estas personas deber‡n aplicar un examen te—rico y a partir de estas
calificaciones, los 25 mejores promedios recibir‡n la Formaci—n Inicial en esta
primera promoci—n.
De acuerdo con Carvajal PŽrez,
dicha convocatoria tiene la caracter’stica de extraordinaria, pues contiene
aspectos muy diferentes a la que se realizaron con anterioridad, en el sentido
de que los ex‡menes que se aplicar‡n en el mes de junio ser‡n distintos. ÒEn
esta ocasi—n se contrat— una consultor’a para colaborar con el Tribunal que se
nombr— para la aplicaci—n de las pruebas de forma objetiva. Por primera vez se
capacit— al Tribunal, se les dio asesor’a pedag—gica en la elaboraci—n del
temario y preguntas para el desarrollo de dichas pruebasÓ, puntualiz— el
Director de la Escuela Judicial.
Actualmente, el presupuesto
asignado para el Programa permite la capacitaci—n de 25 personas, quienes
recibir‡n un subsidio de ¢500 mil mensuales, pues es una formaci—n de tiempo
completo por un a–o a profesionales. En caso de que la persona sea servidor
judicial se les otorgar‡ un permiso sin goce de salario y al finalizar el
proceso se les otorgar‡n dos puntos en carrera profesional.
ÒLas personas que participaron
en esta convocatoria tuvieron que aceptar su participaci—n en la formaci—n
inicial. Por eso es un concurso extraordinario, porque hay una voluntad
contractual de aceptar todas las condiciones. Luego de la selecci—n de los
cupos, las personas deber‡n firmar un contrato con la Escuela Judicial. Como
requisito deber‡n estar dispuestas a no aceptar nombramientos durante el a–o de
estudio y si la persona pierde o se retira del programa debe reintegrar a la
instituci—n los subsidios y el costo del programa que est‡ por cuantificarse,
pues tenemos un equipo de cinco jueces trabajando en Žl y es una inversi—n muy
elevada para el Poder JudicialÓ, puntualiz— el Carvajal.