|
||||
|
La Fundaci—n defensora de
Derechos Humanos y varios juristas iniciaron acciones con el objetivo de
minimizar el impacto de la hoja de delincuencia en personas ex privadas de
libertad. Actualmente se mantiene el rŽcord delictivo de 10 a–os y se quiere
reducir a 2 a–os una vez cumplida la condena y no los afecte al momento de
conseguir un trabajo.
La idea de los impulsores es
que en ese tiempo la hoja de delincuencia quede limpia para fines laborales.
Hermes Gonz‡lez, presidente de
la fundaci—n de Derechos Humanos en Costa Rica dijo que no se debe continuar
neg‡ndole trabajo a los ex privados de libertad.
ÒLejos de ayudarles a
reinsertarse a la sociedad los obliga la misma poblaci—n y las leyes a volver a
delinquir por este tipo de acciones. Ningœn patrono les da trabajo por tener la
hoja ÒmanchadaÓ, aunado a eso el deterioro f’sico y mental durante su estad’a
en prisi—nÓ, explic—.
Un estudio realizado por los
impulsores de Žsta propuesta arroj— que el per’odo para volver a delinquir es
entre 6 meses a 2 a–os.
ÒComo vamos a pretender la
reinserci—n social si no le damos oportunidades a este tipo de personas que ya
est‡n tachadas. La hoja de delincuencia limita el acceso al trabajo y con eso
el sustento a sus familias que se ven afectadosÓ, detall— Gonz‡lez.
Paola S‡nchez, funcionaria del
registro judicial asegur— que por d’a se emiten 4 mil certificaciones.
ÒLa Corte Plena abri— un
portillo hace m‡s de una decada para que cualquier instituci—n solicitara para
fines laborales la hoja de delincuencia. Eso lleva a que alrededor de 4 mil
personas por a–o no tengan acceso a trabajar ocasionando a que vuelvan a caer
en la delincuenciaÓ, asever—.
Cuando los privados cumplen su
condena quedan marcadas diez a–os m‡s por la hoja de delincuencia que los
vuelve a sentenciar, violando as’ la dignidad humana y el principio de
inocencia.