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Domingo  25 DE ABRIL DEL 2010

 

ÔHoja de delincuenciaÕ es requisito para empleo y graduaciones

4.000 personas piden cada d’a certificados de buena conducta

Solicitudes crecieron este a–o un 47% en relaci—n con el 2009

Quienes tienen condenas deben esperar 10 a–os para ÔlimpiarÕ hoja

Carlos Arguedas C. carguedasc@nacion.com 08:06 p.m. 24/04/2010

Un promedio de 4.000 personas solicita por d’a un certificado de que no tiene antecedentes penales.

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Esto porque la hoja de buena conducta se convirti— en un requisito m‡s de las personas que buscan empleo, renovar la cŽdula de residencia, sacar un permiso para la portaci—n de armas y hasta para incorporarse a un colegio profesional.

Datos de la Oficina de Registro del Poder Judicial, detallaron que desde el 4 de enero hasta el 20 de abril de este a–o se entregaron 322.778 Òhojas de delincuenciaÓ.

Esa cantidad representa un crecimiento de un 47% en relaci—n con el mismo per’odo del 2009, cuando se dieron 183.785.

Paola S‡nchez Montero, secretaria ejecutiva del Registro, dijo que la alta demanda se debe a que el documento es exigido cuando la persona aspira a un puesto laboral. Desde el 5 de enero del 2009 el documento es gratuito. Antes costaba ¢26,25.

La base de datos del Registro Judicial incluye a 176.979 personas, entre ticos y extranjeros, que tienen 229.802 sentencias. Las condenas se mantienen inscritas hasta 10 a–os despuŽs de que la persona cumple la pena. Intachables. Rafael Bejarano Naranjo, director de Reclutamiento y Selecci—n del Servicio Civil, manifest— que el Estado exige para un cargo pœblico que el seleccionado sea id—neo, lo que significa Òque no tenga la hoja de delincuencia manchada con alguna sentenciaÓ.

El Servicio Civil escoge el personal para 43 entidades estatales. Bejarano explic— que cuando la persona aparece como condenada de inmediato es rechazada.

Sin embargo, se–al— que esos casos –que dijo son m’nimos sin precisar la cantidad–, son sometidos a un Òestudio tŽcnicoÓ tras el cual se determina si la persona es apta para ser contratada.

Agreg— que en casos, como el de los educadores, donde por a–o se hacen nombramiento masivos, ÒalgunosÓ aspirantes arrastran penas por abuso sexual o peculado.

ÒEsas personas quedas sujetas al resultado del estudio. Si sale negativo seguir‡ inhabilitado hasta que logre demostrar que las situaciones dudosas no existenÓ dijo Bejarano, quien agreg— que Òhay algunos que logran un puestoÓ. Inquietud. El abogado laborista y exmagistrado îscar Bejarano Coto consider— que cualquier empleador privado est‡ en el pleno derecho de escoger a quien contrata y por eso puede pedir el certificado de antecedentes penales. ÒLo que no me parece es que la anotaci—n aparezca 10 a–os despuŽs de cumplida la sentenciaÓ manifest— .

El Ministro de Justicia, Hernando Par’s dijo que esto tiene dos problemas: por un lado, que un condenado al salir de prisi—n tiene la hoja manchada y, por tanto, va a encontrar trabas para conseguir trabajo y, por el otro, est‡ el derecho del empleador a saber a quien contrata.

Agreg— que por eso Adaptaci—n Social tiene un proyecto de capacitaci—n de reos para que al cumplir la pena tengan un trabajo propio. ÒCon eso se evita ese obst‡culo para reinsertarse a la sociedadÓ dijo.

Entretanto, Federico Campos, exdefensor pœblico, consider— injusto que una persona siga sufriendo Òlas consecuencias de una sanci—n m‡s all‡ del plazo de la sentencia, lo que les impide reinsertarse al ‡mbito laboral por 10 a–osÓ.

Aunque decenas de exconvictos han presentado recursos en procura de cambiar esa disposici—n, las Sala IV ha ratificado ese plazo.