ACREDITACIÓN DE CALIDAD POR PARTE SALA SEGUNDA Y EL JUZGADO DE VIOLENCIA DOMÉSTICA DE HEREDIA | ||
Para la Sala Segunda y el Juzgado de violencia Doméstica de Heredia, ha sido el banderazo de salida formal de un viaje que deberá llevarlos a un importante mejoramiento del servicio judicial que le prestan a la sociedad, y precisamente me parece muy significativo que este primer esfuerzo de GICA se concentre en despachos que atienden materias de clara naturaleza social.- Como ya Ustedes saben la idea que está detrás de todo este esfuerzo es adaptar y poner a funcionar, en el sector de administración de justicia, las normas y procedimientos que se emplean para gestionar la calidad de las labores realizadas y de los servicios que se brindan al público.- Dicho así suena sencillo, pero en realidad se trata de una tarea de una enorme complejidad, no solo respecto de la determinación de lo que concepto de calidad significa en la actividad específica de administrar justicia, sino también por las inevitables resistencias que se producen con esta y cualquier otra propuesta de cambio que involucren una modificación profunda en la forma de hacer las cosas.- Lo anterior es así principalmente por la naturaleza altamente conservadora de las instituciones encargadas de administrar justicia y porque en realidad la noción de gestión de la calidad y su acreditación es sin duda una idea muy novedosa en nuestro ambiente jurídico.- De hecho, no es sino hasta las últimas décadas que se oye hablar de calidad de la gestión de la justicia y más recientemente aún de medir esa calidad.- Por ello, es meritorio que en relativamente poco tiempo este proyecto haya avanzado de la manera en que lo ha hecho y haya logrado con la colaboración de muchas personas e instituciones que -aparte del cumplimiento de indicadores formales- se comprometa al Poder Judicial a mejorar en la realización de su función, es decir, que se empeñe en ser capaz de realizar los principios y valores tutelados en la Constitución y la ley.- Sin duda alguna la administración de justicia resulta ser un servicio público esencial en la democracia, y por ello nuestros esfuerzos deben ser abordados con una mente amplia y con visión de futuro, es decir, no como una amenaza para nuestro trabajo, sino como una herramienta más que nos ayude a mejorarlo.- No es un secreto que se requiere un gran trabajo para darle un giro a la administración de justicia y ponerla a la altura de las exigencia de una Costa Rica más moderna, pero también mucho más compleja, que crece económicamente y se amplia también en lo que son problemáticas sociales que deben resolverse por exigirlo así nuestra ideología democrática, solidaria y humanista.- Gracias a mi cargo como Presidente, he podido tomar contacto con una buena cantidad de administraciones de justicia y a veces me duele observar como la formalidad y la tradición sirven simplemente como excusa para no abordar y resolver los problemas acuciantes que tienen las sociedades actuales -desarrolladas y en desarrollo- respecto de la administración de justicia.- En efecto, temas como las posibilidades reales de acceso a la justicia, así como su costo, la posibilidad de defensa de derechos fundamentales y por supuesto la dilación, son cuestiones que no se limitan a nuestros países, sino que son tan recurrentes en todos los países, que parecen ser consustanciales a nuestro modo occidental de concebir la administración de justicia. En ese sentido las sociedades democráticas requieren una justicia que esté a la par y sirva de apoyo al sistema democrático en su más amplia concepción y no como obstáculo al desarrollo. Por esta razón me siento tranquilo porque entiendo que en el trabajo realizado por GICA se han tomado en cuenta los postulados de una justicia democrática, la cual ha de medirse en parte por la calidad de atención y tutela que pueda dársele a las poblaciones más vulnerables o al más simple de los ciudadanos. Como lo dije en otra ocasión, nuestros “clientes”, no son consumidores simples que se puedan considerar desde un punto de vista mecánico, son seres humanos con necesidades reales y a ellos se debe el servicio de la justicia. Con la acertada decisión de iniciar el proyecto con el Juzgado de Violencia Doméstica de Heredia, así como con la Sala Segunda, el mensaje que se envía es absolutamente claro: el proyecto de gestión de calidad y acreditación debe cumplir un objetivo basilar de la administración de justicia, y que es la protección de derechos de todos, incluidos por supuesto los que por distintas razones necesitan mayor atención. Este es entonces un muy buen principio para esta iniciativa, liderada acertadamente por el Magistrado Vega a quien de paso aprovecho para felicitar una vez más por su serio y excelente trabajo en el tema.- Estoy convencido de que más temprano que tarde, los efectos beneficiosos de una apropiada y seria gestión de la calidad de la justicia alcanzarán al resto de las jurisdicciones y por medio de ellas al ciudadano que siempre debe ser quien alcance a beneficiarse de un buen servicio de justicia. |
Licda. María Isabel Hernández Guzmán
Lic. Sergio Bonilla Bastos
Licda. Andrea Marín Mena
Licda. Teresita Arana Cabalceta
Licda. Marcela Fernández Chinchilla
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