Tribunales refuerzan seguridad por ataques a funcionarios judiciales
Casos como el ataque a balazos al
carro de una jueza, el 21 de marzo en Aserrí, apuraron al Poder Judicial a
aumentar seguridad en edificios y vigilancia a funcionarios
Por Yeryis Salas13 de mayo 2024,
5:12 a.m.
Más
de 200 edificios del Poder Judicial ha tenido mejoras en sus medidas de
seguridad. Foto: Archivo. (Foto: (Archivo))
Todos los
tribunales de justicia del país han reforzado las medidas de seguridad luego de
amenazas y ataques sufridos por funcionarios del Poder Judicial en los últimos
meses.
Actualización de
protocolos de ingreso y salida de los edificios, mejores máquinas detectoras de
metales e identificación de funcionarios trabajando en procesos de riesgo
mayor, son algunas de las medidas tomadas para evitar hechos como el del 21 de marzo pasado,
cuando dos hombres en moto dispararon cuatro veces contra el carro estacionado
de una jueza penal, en Tarbaca de Aserrí. Apenas dos
semanas después, el 4 de abril,
en Jacó de Garabito, dos hombres atacaron a balazos la casa y carro de un
fiscal.
El incremento en
la seguridad también se realizó tras casos como el del 26 de febrero, cuando un
hombre que llegaba a cumplir con una diligencia en los Tribunales de Limón fue
ultimado al frente del edificio.
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Estos eventos
encendieron las alarmas en el Poder Judicial y por eso la Corte Plena, en
conjunto con el OIJ, coordinó las medidas necesarias para reforzar la seguridad
de sus funcionarios adentro y fuera de las instalaciones judiciales.
Así
quedó el carro de una jueza después de que lo balearan en la vía pública de Aserrí.
(Cortesía) (Suministrada)
Gerardo Rubén
Alfaro, magistrado de Sala Tercera y coordinador de la Comisión Enlace
Corte-OIJ, afirmó a La Nación que desde el 2021 se hizo un
diagnóstico de los más de 200 edificios del Poder Judicial, propios y
alquilados, para encontrar áreas de mejora en su seguridad. Además de tomar
medidas en los edificios, también se busca dar mayor protección a los empleados
fuera de ellos.
“Trabajamos en el
nivel de la seguridad personal. Sería completamente irrazonable pensar que
podemos tener seguridad personal para 13.000 personas funcionarias, entonces
trabajamos en dos niveles: un nivel macro, lo estamos trabajando a partir de la
capacitación en autoprotección”.
El magistrado
explicó que el otro nivel consiste en determinar el riesgo que enfrentan
jueces, fiscales y otros funcionarios involucrados en casos que requieren la
intervención de la Unidad de Protección a Funcionarios Judiciales (UPRO) del
OIJ.
Alfaro agregó que
desde ya están calculando cuánto tendrían que aumentar los montos destinados a
proteger funcionarios e instalaciones en el presupuesto del 2025.
“Estamos
valorando cuáles son las partidas presupuestarias que vamos a ocupar, o qué
vamos a recortar de otros proyectos que se tenían, para tener la seguridad como
una prioridad institucional. La seguridad no se ha dejado de trabajar nunca, ni
se ha dejado de presupuestar en seguridad, pero las condiciones hoy nos llevan
a establecerlo como prioridad”, afirmó.
Por otro lado,
Adriana Orocú, jueza y presidenta de la Asociación Costarricense de la
Judicatura (Acojud), mostró su preocupación por las
limitaciones presupuestarias que podría enfrentar el Poder Judicial el próximo
año, debido a la regla fiscal.
“Nosotros
inclusive hoy (viernes) venimos finalizando, en la Comisión de Presupuesto, la
revisión del anteproyecto de presupuesto para el 2025 y son terribles los
recortes, no permiten al Poder Judicial avanzar ni con la seguridad ni en otros
temas, al ritmo que se avanza en la sociedad con los temas de criminalidad”,
afirmó.
Orocú reconoció
que sería muy costoso alcanzar el nivel de seguridad que requieren los
empleados judiciales, pues muchos de ellos viven cerca de zonas marginales y se
trasladan en transporte público.
Apuntó que Costa
Rica aún está lejos de replicar las medidas de otros países, donde jueces de
jurisdicciones especializadas cuentan con vigilancia permanente y autos
blindados. A esto se le suma que no solo los jueces penales reciben amenazas,
sino también jueces agrarios, por conflictos de tierras, e incluso jueces de
pensiones alimentarias.
Para Orocú, el
mayor peligro de estos ataques al sistema judicial es que se pierde la
imparcialidad en las decisiones, lo que a su vez vulnera la estabilidad
democrática de Costa Rica.
Si bien, tanto
Orocú como Alfaro reconocen el incremento en las amenazas, no hay datos
públicos al respecto. Este medio solicitó estadísticas al OIJ, entidad que
respondió que según la Ley 8720, no se puede brindar información de personas
incorporadas al proceso de protección.
‘Amenazas son comunes cuando se
pierde legitimidad’
Una imagen
debilitada del Poder Judicial puede llevar a que aumenten hechos como los de
los últimos meses, declaró el director de Ciencias Criminológicas de la
Universidad Estatal a Distancia (UNED), Rodrigo Campos.
Este problema se
puede incrementar si los grupos criminales se sienten empoderados para amenazar
al observar que ya otros grupos lo están haciendo.
“Las amenazas a
operadores del sistema de justicia son muy comunes cuando una institución
pierde legitimidad. Esa legitimidad es una construcción social y depende mucho
de los discursos que se hagan desde espacios de poder. Por eso es tan
importante que las personas con cierta audiencia sean responsables de sus
dichos”, aseveró Campos.
“En Costa Rica se
ha corroído la imagen institucional desde diversas tribunas, sin tener siempre
evidencia contundente que demuestre hechos”, manifestó.
Este fenómeno es
común en América Latina, donde ya varios funcionarios han sido asesinados por
bandas narcotraficantes. Por ejemplo, el 17 de enero en Guayaquil, Ecuador, fue
asesinado el fiscal César Suárez, quien investigaba el asalto armado a un canal
de televisión.
“Algunas formas
de evitar mayor desgaste, es la modificación legal para mantener el secreto de
qué jueces y fiscales llevan las causas. También se pueden fortalecer las
medidas de seguridad al ingresar a edificios judiciales y elevar los estándares
de contratación a fin de evitar que el personal judicial nuevo ya sea parte de
redes cuestionadas”, sugirió Campos.