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Las condiciones adversas creadas por las leyes de Empleo Público y Fortale - cimiento de las Finanzas Públicas ex - pulsan al personal valioso del Poder Judicial, en momentos en que el Ejecu- tivo no sabe cómo enfrentar la crisis de seguridad. (Foto: Katya Alvarado)

País

Renuncia de personal especializado socava seriamente al Poder Judicial

 Por Vinicio Chacón | vinicio.chacon@ucr.ac.cr

 17 enero, 2024

Adversas condiciones salariales, agravadas por la Ley de Empleo Público y la reforma fiscal de 2018, han incidido en que, desde entonces, más de 800 personas han dejado la institución, incluido valioso personal del OIJ.

La reciente batahola generada por la renuncia de un odontólogo forense al Departamento de Medicina Legal constituyó la más reciente muestra de un problema que no es nuevo pero sí creciente en el Poder Judicial: la fuga de personal especializado, altamente calificado.

Se trata de un fenómeno causado por la Ley Marco de Empleo Público (No. 10159), la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas (No. 9635) y la reforma al Régimen de Pensiones y Jubilaciones del Poder Judicial.

Entre 2018 —cuando se aprobó la Ley 9635 y la reforma a las pensiones— y 2023 se registró un total de 834 renuncias, según datos de la Dirección de Gestión Humana del Poder Judicial. Se trata de personas investigadoras, fiscales, jueces y profesionales con pericia en áreas científicas de trabajo como el odontólogo Juan Manuel Fernández o la psiquiatra forense Rocío Arce. (Ver nota aparte)

De hecho, hace poco menos de un año, este Semanario reveló cómo entre 2020 y 2022 las renuncias en este poder de la república habían aumentado un 132%.

“Lo que está sucediendo es alarmante”, expresó mediante un comunicado Francisco Eiter Cruz Marchena, presidente del Colegio de Abogados y Abogadas.

Cruz instó al Poder Ejecutivo y al Poder Legislativo a que “atiendan con urgencia el tema de brindarle las herramientas necesarias para que el Poder Judicial resuelva esta crisis de funcionarios y funcionarias de todas las áreas institucionales”, ante la realidad de que Costa Rica “vive en estos momentos indicadores de crímenes y violencia nunca antes vistos”.

El representante gremial recordó que muchas personas trabajadoras del Poder Judicial han descrito sus condiciones de trabajo como “inaceptables” y añadió el “dato alarmante” de que, entre 2021 y 2023, oficialmente renunciaron 151 jueces y juezas, 199 personas del OIJ, 76 personas funcionarias de Dirección y Administración, 62 del Ministerio Público y 28 personas de la Defensa Pública.

Ello se ha debido “principalmente a recortes presupuestarios, reducciones salariales por debajo de lo que indica el Servicio Civil; debilitamiento de su régimen de pensiones, ausencia de formación y educación exclusiva, devaluación de la experiencia, sumándole a esto la entrada en vigencia de la Ley Marco de Empleo Público”.

En efecto, esas condiciones adversas que describió Cruz devienen de la entrada en vigencia de esa Ley que implica entre otras cosas congelamiento salarial para muchas personas; pero también de la Ley de Equilibrio de las Finanzas Públicas y su draconiana regla fiscal, así como de la reforma al Régimen de Pensiones y Jubilaciones del Poder Judicial, que aumentó al mismo tiempo la cantidad de años servidos y la edad para jubilarse.

Justa retribución

“El problema número uno es de ingresos”, expresó sin tapujos Jorge Cartín, secretario general del Sindicato de Trabajadores y Trabajadoras del Poder Judicial (Sitrajud).

Explicó al respecto que “estamos viviendo una situación de congelamiento salarial importante”, que se suma a que “ha habido un desfase desde el 2010” en los estudios de mercado necesarios que se supone se debe hacer periódicamente para determinar si los salarios de la institución son competitivos.

Cartín recordó que han sido tres los factores que han incidido en el congelamiento salarial. Primero, la incidencia de la regla fiscal contenida en la Ley 9635. “Después vino una ley temporal durante la pandemia, que congeló los aumentos salariales correspondientes al 2021 y 2022, los trabajadores judiciales hicieron un esfuerzo de más de ₡5.000 millones”, apuntó.

Finalmente, la Ley 10159 estableció “unas escalas salariales que, dependiendo del escalafón donde se ubique el profesional, puede ser que no tenga aumentos salariales por un periodo importante”. Esa Ley de Empleo Público estableció la diferencia entre el salario compuesto (base más complementos), y el salario global, que elimina muchos de esos complementos pero la base es más alta, y dispuso que los salarios compuestos que sean más altos a los globales para el mismo puesto deberán congelarse hasta que el nuevo los alcance.

Respecto al desfase salarial, Cartín indicó que en base a un criterio de la Procuraduría General de la República (PGR) el Sitrajud planteó una gestión de actualización de esa política salarial y que incluso la Dirección de Gestión Humana del Poder Judicial les dio la razón, pero responsabilizó a los magistrados y magistradas de Corte Plena porque no se ha visto el tema, “me parece que no hay un interés real de los señores y señores de Corte Plena de poder ver este asunto”.

“Ya el paciente está más que diagnosticado, ya tiene los motivos y las razones porque hemos venido insistiendo año con año en esta situación desde el 2017, lo que hace falta es tomar acciones concretas”.

Otro aspecto señalado por Cartín fue la “completa deshumanización de la relación patrono-jefaturas-trabajadores”, y mencionó el ejemplo de una persona en que el Sindicato debió intervenir para que se le diera un permiso con goce de salario, para acompañar a un familiar, persona mayor, a recibir tratamiento de quimioterapia.

Respuesta de la Corte

La gravedad del tema no pasó desapercibida por los magistrados y magistradas quienes vieron el tema en la sesión de Corte Plena del pasado lunes, en la que se acordó encargar a su Comisión para la implementación de la Ley Marco de Empleo Público un informe sobre la política salarial de la institución y la situación de las personas funcionarias e idear acciones y estrategias para afrontar la fuga de cerebros, según se comunicó.

En esa Comisión se integrará se integrará por disposición de la Corte la magistrada Roxana Chacón, de la Sala Segunda, quien hizo en ese momento la propuesta de revisar la política salarial.

Durante la sesión de Corte Plena, la magistrada Patricia Vargas afirmó que la renuncia del odontólogo Fernández refleja “un descontento generalizado” de la población judicial, debido a que las condiciones laborales “son cada vez más complicadas, producto de las reformas que se han operado en materias jubilaciones y pensiones y por supuesto las restricciones que en términos económicos han supuesto la Ley Marco de Empleo Público y la Ley de fortalecimiento de las finanzas públicas”.

Por otra parte, Patricia Solano, presidenta de la Sala de Casación Penal, o Sala III, manifestó que en materia de seguridad “de nada sirve que venga nueva legislación, si nosotros no tenemos el talento humano para poder abordar todos los temas que están siendo sometidos a nuestro conocimiento”.


Presidente de Corte: renuncias se deben a leyes

Consultado por UNIVERSIDAD, el magistrado presidente de la Corte, Orlando Aguirre, en primer lugar dijo que se ha insistido en que el Poder Judicial debe contar con “las mejores personas profesionales y técnicas, en buenas condiciones laborales”, para garantizar una administración de  justicia eficiente, que “responda oportunamente a las necesidades del país”.

Sin embargo, coincidió en señalar que “las remuneraciones y las expectativas de jubilación del funcionariado se han visto directamente afectadas por leyes impulsadas por el Ejecutivo y aprobadas por el Legislativo, como Fortalecimientos a las Finanzas Públicas o Empleo Público, lo que ha desembocado en más de 800 renuncias en los últimos cinco años”.

Reconoció que ello presenta el desafío de que quienes sustituyan a las personas que han renunciado “deberán atravesar una curva de aprendizaje y recibir capacitación, lo que significa, para la institución, inversión en tiempo y recurso económico”.

Agurre aseguró que el asunto es prioritario, citó la mencionada tarea asignada a la Comisión para la implementación de la Ley Marco de Empleo Público, cuyo informe debería ser presentado en un mes, “pero debido a su complejidad es posible que se amplíe. A partir de ese diagnóstico podremos conocer cuál es nuestro margen de acción y las posibilidades reales que tenemos”.

Anunció que “en las próximas semanas”, se presentará ante Corte Plena una propuesta de “Política Integral de Bienestar y Salud Laboral del Poder Judicial”, al tiempo que destacó que, a pesar de todo, se ha logrado reducir el rezago judicial en distintas jurisdicciones.

“Cierro recalcando la importancia para Costa Rica, para la democracia, la institucionalidad y la seguridad nacional, de un Poder Judicial fuerte y sólido, con los recursos económicos necesarios y el mejor personal profesional y técnico en sus filas”, apuntó Aguirre.