Magistrado Orlando Aguirre Gómez, Presidente del Poder Judicial de Costa Rica.

Distinguidas autoridades, estimados colegas y amigos,

Nos reunimos en este histórico Paraninfo del Poder Judicial para celebrar un acto de relevancia para nuestra institución, nuestra nación costarricense y la comunidad internacional. La colocación del emblema del Escudo Azul de Protección al Patrimonio en este simbólico inmueble constituye un hito en la amplia y extensa tradición de proteger y preservar el patrimonio cultural de la humanidad.

Inicio expresando mi gratitud a todas las personas e instituciones que han contribuido a este logro. A la Cruz Roja Costarricense, por su donación y el asesoramiento técnico durante este proceso. Igualmente, reconozco el apoyo del Ministerio de Cultura y Juventud, por su constante apoyo y colaboración. Agradezco también al Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto por su liderazgo en la Comisión Costarricense de Derecho Internacional Humanitario, que es garante del afianzamiento del Derecho Internacional Humanitario en nuestro país.

También debo destacar la labor del equipo de la Oficina de Cooperación y Relaciones Internacionales del Poder Judicial, cuya dedicación ha sido clave para la realización de este proyecto.

El Paraninfo, que hoy recibe el Escudo Azul, trasciende su estructura de piedra y mortero. Es testigo de nuestra trayectoria histórica y emblema de nuestra identidad nacional. Desde su inauguración en 1843 como primera sede de la Universidad de Costa Rica, ha sido el crisol donde se han formado generaciones de juristas que han impulsado el desarrollo y bienestar nacional. Declarado Monumento Histórico en 1979, este edificio perpetúa nuestro compromiso con los valores y principios que a tantas generaciones ha inspirado el Siglo de las Luces.

El Escudo Azul representa la protección internacional de sitios culturales bajo la Convención de La Haya, un compromiso que Costa Rica respalda firmemente. Al adoptar este emblema, reafirmamos nuestro compromiso no solo con la conservación física de nuestro patrimonio, sino también con el fomento de una cultura de paz y el respeto por la diversidad y la historia.

En el contexto actual, en el que la amenaza constante al patrimonio se encuentra a la orden día, esta colocación nos hermana a otros países y organizaciones que entienden y respetan el patrimonio cultural como parte fundamental de la historia de las naciones. Nos compromete, además, con futuras generaciones a preservar nuestra herencia cultural y a exaltar la paz, la justicia y la educación.

La tarea de proteger nuestro patrimonio requiere de esfuerzos conjuntos de toda la sociedad no solo para su preservación, sino también trabajar en sinergia para lograr objetivos compartidos de promoción, educación y sensibilización sobre su importancia cultural, garantizando así la efectividad y sostenibilidad de estas estrategias a largo plazo.

Agradezco a todos los presentes por su compromiso con este noble esfuerzo y especialmente a aquellos cuya vigilancia y dedicación hacen posible que hoy celebremos este acto. Juntos, reafirmamos nuestro compromiso de proteger estos inmuebles y el simbolismo que albergan, sino también los principios de justicia y cultura que son fundamentales para nuestra identidad nacional.