Magistrado Orlando Aguirre Gómez, Presidente del Poder Judicial de Costa Rica.

Hoy nos reunimos bajo el auspicio de la Comisión de Género del Poder Judicial para reconocer la imprescindible contribución de las juezas al sistema judicial. Este evento reafirma el compromiso con la igualdad de género y honra a quienes enriquecen el sistema de justicia.

Nuestra institución tiene la misión de remozarse permanentemente con voces que amplíen y fortalezcan el entendimiento del entorno social. Por ello, siempre he defendido que el ideal de “justicia íntegra y auténtica” solo adquiere valor real con el aporte, cada vez más reconocido, de las juezas en la administración de justicia.

El aporte y liderazgo creciente de mujeres juezas no solo es una acción políticamente correcta, aunque es verdad que tiene el potencial de transformar positivamente la percepción pública de la justicia. También es cierto, y esto es lo más importante, que esta contribución influye en la administración institucional, alentando a todas las personas judiciales a adherirse a los más altos estándares de imparcialidad y profesionalismo.

Esta realidad nos compromete a redoblar los esfuerzos para elevar el número de mujeres en posiciones de liderazgo y proporcionarles el respaldo necesario para que prosperen en todas las etapas de sus trayectorias profesionales. Esto será posible toda vez que la institución pueda seguir garantizando la independencia en los procesos de selección y nombramiento del personal juzgador, donde el mérito y la capacidad sean los únicos criterios para el crecimiento profesional dentro del Poder Judicial.

Si me lo permiten, quiero aprovechar la ocasión para remarcar el compromiso que planteé en el acto de apertura del Año Judicial 2024, dado el contexto actual de criminalidad y la necesaria protección de oficiales y personas juzgadoras ante ataques e intimidaciones que amenazan nuestra seguridad y desafían los principios de justicia que defendemos con firmeza.

Al igual que ese día, hoy reafirmo el compromiso del Poder Judicial con la protección de su personal. Mediante la articulación de esfuerzos institucionales, como las oficinas especializadas en atención y protección a la víctima, y la creación de mecanismos de autoprotección y capacitación, estamos trabajando para mejorar la seguridad y el bienestar de todas y todos.

Además, se están estableciendo previsiones presupuestarias para perfeccionar la protección del personal y se están revisando los protocolos de seguridad para mitigar riesgos.

Somos conscientes que este fenómeno impacta de manera especial a las mujeres juzgadoras. Por ello, valoramos profundamente sus perspectivas y las invitamos a compartir abiertamente sus experiencias y sugerencias, asegurando que su voz sea fundamental en la formación de nuestras prácticas y políticas institucionales.

Para finalizar, me complace reconocer y celebrar los logros individuales de cada una de ustedes y el impacto colectivo de la judicatura en la fortaleza de la administración de justicia del país.

Ofrezco mi sincero agradecimiento por su esencial aporte a la construcción de un mejor Poder Judicial.

Gracias por su servicio, su liderazgo y su incansable dedicación a la causa de la justicia en Costa Rica.